Ucraña insiste en el fortalecimiento de la política de sanciones de la Unión Europea contra Rusia, mientras que Estados Unidos permanece indeciso, lo que genera preocupación en Kyiv y en los socios de la Unión Europea

Chas Pravdy - 22 mayo 2025 03:35

Según la agencia Reuters, la próxima semana, el gobierno ucraniano planea dirigirse oficialmente a la Unión Europea con propuestas para implementar medidas radicales y de gran escala para aislar a Rusia en los ámbitos económicos y financieros internacionales. Según fuentes, los diplomáticos ucranianos tienen la intención de preparar y presentar a Bruselas el llamado "Libro Blanco", un documento con propuestas detalladas para revisar la política de sanciones de la UE, en particular, centrarse en la confiscación de activos rusos y su transferencia posterior a Ucrania. Además, están en planes la puesta en marcha de sanciones secundarias contra empresas extranjeras que compran petróleo ruso o ayudan a la Кремль a evadir las restricciones ya impuestas. Este paso, según fuentes, será sin precedentes para la Unión Europea, puesto que hasta ahora Брюссель se había abstenido de aplicar medidas de esta magnitud. Un documento interno, de 40 páginas y que debe ser entregado a los 27 países miembros de la UE, llama a adoptar una estrategia de sanciones «más agresiva e independiente». La propuesta principal es cambiar el proceso de toma de decisiones: pasar del principio de unanimidad a decisiones por mayoría, lo que reduciría el riesgo de bloqueo por parte de opositores de ciertos países. El documento también critica la falta de participación activa de EE. UU. en las iniciativas internacionales conjuntas de sanciones. En particular, en el "Libro Blanco" se señala que la administración del expresidente Donald Trump prácticamente abandonó el proceso de coordinación de esfuerzos sancionatorios a nivel global. Los autores subrayan que Washington dejó de participar en varias plataformas intergubernamentales responsables de controlar la aplicación de sanciones, incluidos los controles sobre los límites de precios del petróleo ruso. El documento resalta: «Washington suspendió su participación en el monitoreo del cumplimiento de los límites de precios, disolvió el grupo federal dedicado a combatir las violaciones de sanciones, y el personal experto en este campo se redujo significativamente». Según expertos y diplomáticos ucranianos, esto dificulta mucho la coordinación de esfuerzos internacionales y ralentiza las medidas económicas de contrapeso contra Rusia. Al mismo tiempo, basándose en un análisis de la situación, los especialistas señalan que los europeos cuentan con más que suficiente margen de maniobra para mantener la presión sobre Moscú. Según el experto en energía rusa del Centro de Harvard, David Craig Kennedy, Europa posee un potencial considerable, a pesar de la dominancia del dólar en el comercio mundial y las dificultades para compensar plenamente las sanciones de EE. UU. «Europa tiene muchas más cartas en la mano de lo que parece», destaca. Su opinión es que la capacidad de impedir la reanudación de inversiones en Rusia y reforzar la presión sancionatoria depende de una política consolidada y coherente en Bruselas. El contexto de esta situación es bastante tenso. Tras una conversación con Vladimir Putin el lunes 19 de mayo, el expresidente de EE. UU. Donald Trump decidió inesperadamente no imponer nuevas sanciones contra Rusia, lo que frustró las expectativas de los líderes ucranios y europeos de incrementar la presión sobre el Kremlin. Esto sacudió la confianza en la unidad de los socios occidentales y generó preocupación adicional sobre si EE. UU. podrá seguir siendo líder en las acciones sancionatorias. Al día siguiente, 20 de mayo, países como la Unión Europea y Reino Unido decidieron imponer restricciones adicionales contra Rusia, generando así una presión bilateral, con la esperanza de que Washington se uniera y intensificara su política sancionatoria. Fuentes en Minsk informan que el paquete 18 de sanciones contra Rusia, en el que ya trabaja la UE, podría incluir nuevas medidas además de las restricciones tradicionales contra los bancos rusos. Se habla de la introducción de restricciones a instituciones financieras de países fuera de la UE que apoyan activamente la industria de defensa rusa y el ejército, lo que solo aumentaría la aislación económica de Rusia de la comunidad internacional. Finalmente, la comunidad experta señala que, a pesar de los desafíos y la indecisión de EE. UU., Europa tiene todas las posibilidades de consolidar sus posiciones y crear un sistema sancionador sólido que no permita a Moscú obtener ningún beneficio en el futuro cercano. Esta estrategia será un paso lógico en la lucha por fortalecer la aislamiento internacional de Rusia y por apoyar al Estado ucraniano en su resistencia frente al agresor.

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