Trump ha declarado abiertamente: Putin no planea poner fin a la guerra en Ucrania, ya que se considera vencedor
En un contexto de creciente tensión y confirmaciones de una lucha prolongada por la independencia de Ucrania, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo una declaración sensacional que podría impactar drásticamente los acontecimientos relacionados con la guerra. Según información obtenida de fuentes en círculos estadounidenses y europeos, Trump, durante una llamada telefónica con líderes europeos el lunes 19 de mayo, reveló la verdadera actitud de Vladímir Putin respecto al conflicto en Ucrania. De acuerdo con el diario The Wall Street Journal, citando a tres fuentes anónimas cercanas a los detalles de las negociaciones, Trump reconoció que: el presidente ruso Vladímir Putin no tiene intención de detener la guerra en Ucrania, ya que está convencido de su victoria. Este reconocimiento sorprendió mucho a los líderes europeos, ya que anteriormente esperaban que Moscú estuviera dispuesto a negociar y buscar la paz. Por primera vez, escucharon de un exlíder estadounidense palabras sinceras que confirmaban las peores sospechas: la renuencia de Putin y su confianza en su triunfo. Trump, quien anteriormente había sido cauteloso respecto a la agresión rusa, ahora hizo declaraciones más francas. Aunque admitió la realidad de una guerra prolongada, no apoyó la presión sobre Rusia por parte de Ucrania y Europa. La víspera, ante una conversación de dos horas con Putin, Trump se comunicó con líderes europeos, incluyendo al presidente francés Emmanuel Macron, al canciller alemán Friedrich Merz y a la primera ministra británica Kira Starmir. Durante esa charla, declaró que EE. UU. podía imponer nuevas sanciones contra Rusia en caso de que el Kremlin rechazara cesar las hostilidades, aunque al día siguiente su discurso cambió significativamente. El lunes, Trump enfatizó que EE. UU. no tiene intención de participar en la guerra en Ucrania: «No es mi guerra. Nos involucramos en algo en lo que no deberíamos haber entrado», indican sus palabras los periodistas. Al mismo tiempo, no expresó deseo de apoyar activamente la defensa ucraniana mediante nuevas sanciones o aumento de ayuda militar. Se sabe que, anteriormente, había hablado sobre la posible utilización de recursos administrativos y la imposición de sanciones contra la energía y el sector financiero rusos, pero al día siguiente redujo su actividad en ese sentido. Según analistas, para los políticos europeos la situación era clara: Putin en este momento no tiene intención de hacer concesiones, y su convicción de estar seguro de su victoria juega a favor de Moscú, que continúa ganando en esta guerra. Esto significa que las fuerzas ucranianas y sus aliados occidentales siguen estando solos en la lucha, y la carga de apoyar a Ucrania recae completamente en Europa y Estados Unidos. Fuentes en Europa indican que la administración de Trump probablemente continuará exportando armas estadounidenses mientras lo paguen Ucrania y sus socios occidentales. Tales posturas y enfoques pueden generar inquietudes respecto a la unidad de la apoyatura internacional. Un lugar destacado en las noticias lo ocupan varias reuniones diplomáticas que tuvieron lugar días antes: el domingo, Trump se reunió con el presidente francés Emmanuel Macron, el canciller alemán Friedrich Merz y la primera ministra británica Kira Starmir. En concreto, Trump informó que enviará a su secretario de Estado, Marco Rubio, y a su enviado especial, Kitt Kellogg, para participar en futuras negociaciones en el Vaticano, con el objetivo de lograr un cese incondicional del fuego. Sin embargo, evitó apoyar el término «cese incondicional» — aunque anteriormente, el 8 de mayo, en la red social Truth Social, en conversación con simpatizantes, llamó a un cese de hostilidades por 30 días. De ello se deduce que la postura de EE. UU. respecto a el fin de la guerra sigue siendo ambigua: aunque la Casa Blanca no apoya la expansión de sanciones contra Rusia, mantiene un enfoque en la diplomacia y la colaboración económica con Moscú. Esto genera preocupación entre muchos aliados, en especial en la OTAN y entre socios ucranianos, quienes sienten que su presión y esfuerzos podrían ser en vano. Líderes y funcionarios europeos de alto nivel señalan que, mientras Moscú no dé pasos hacia la paz, la guerra continuará y un alto el fuego parece aún lejano. En resumen, se puede decir que, según palabras del ex presidente estadounidense y ahora candidato presidencial, la verdad sobre el estado actual de la guerra ruso-ucraniana es que oficialmente Putin no tiene intención de detener las hostilidades y se ve a sí mismo como vencedor, lo que abre camino a una lucha prolongada y a nuevos desafíos para todo el mundo, especialmente para Ucrania y sus aliados occidentales.