Los ocupantes rusos volvieron a atacar Ucrania durante la noche, utilizando una táctica militar compleja y multifacética

Según la información más reciente, en la noche del 21 al 22 de mayo, las fuerzas enemigas lanzaron simultáneamente un misil balístico "Iskander-M" desde la región de Taganrog, así como al menos 128 drones, principalmente del tipo Shahed, que constituyen una de las principales herramientas de la táctica de terror rusa contra la infraestructura ucraniana. Además, los ocupantes emplearon diversos dispositivos de imitación de drones, cuyo objetivo es crear caos y dificultar los sistemas de defensa aérea. Según información oficial del comando de las Fuerzas Aéreas, los defensores de Ucrania detectaron y neutralizaron con éxito una gran parte de la amenaza. De los 128 drones atacantes, 112 alcanzaron el objetivo —los destruyeron o los suprimieron con medios de defensa aérea en todas las direcciones estratégicas del país: este, norte, sur y centro. En particular, 74 drones fueron destruidos por medios de fuego, y otros 38 perdieron control debido a la guerra electrónica y a la supresión de su ubicación (REB), sin causar efectos negativos adicionales. En total, el ataque nocturno fue uno de los más grandes en los últimos tiempos. Además de los drones, los rusos lanzaron un misil balístico desde la zona de Millerovo. Este es otro ejemplo de la llamada táctica de "ajedrez" del Kremlin: intentar sacudir la situación y poner en duda la capacidad de la defensa aérea ucraniana para hacer frente a la gran cantidad de ataques con misiles y drones. También cabe señalar que el uso de drones desde ciudades como Kursk, Primorsko-Akhtarsk, y aún más desde Crimea temporalmente ocupada, refleja una expansión continua del espacio operativo ruso para el despliegue de medios de ataque. Actualmente, las fuerzas de defensa aérea de Ucrania continúan cumpliendo con su misión de proteger objetos estratégicos y barrios residenciales, registrando otra operación exitosa de intercepción de una parte significativa de la ofensiva aérea y drone enemiga. Dado que estos ataques son constantes, es evidente que Rusia está reforzando su táctica de usar diversos tipos de armamento para desestabilizar la situación en el territorio ucraniano y demostrar su poder militar en la región. Ucrania, por su parte, mantiene una vigilancia constante y sigue fortaleciendo sus sistemas de defensa, demostrando que incluso los medios enemigos más complejos no podrán quebrar su voluntad de resistir.