La exinteligente en política que se vio envuelta en una inesperada tormenta política fue el expresidente de los Estados Unidos Donald Trump, quien durante su última reunión en la Casa Blanca hizo una serie de declaraciones provocadoras sobre la situación en la República Sudafricana
En sus discursos, culpó al actual presidente del país, Cyril Ramaphosa, de supuestamente llevar a cabo un "genocidio blanco", una teoría de conspiración infundada que se difunde activamente entre la extrema derecha y círculos conspiranoicos en EE. UU., y cuyos simpatizantes también incluyen a influyentes empresarios y propagandistas pro-rusos, como el multimillonario Elon Musk y el popular presentador Tucker Carlson. La reunión en la Oficina Oval se convirtió en una plataforma para la difusión de esta información ilegítima. Trump se refirió activamente a "millones de historias" recolectadas en forma de artículos de periódico y videos que, según él, prueban los asesinatos masivos de blancos en Sudáfrica. Según el expresidente, los agricultores blancos huyen masivamente del país por amenazas a su vida, están siendo despojados de sus tierras e incluso asesinados — acusaciones que no cuentan con respaldo en fuentes globales y que han sido criticadas durante mucho tiempo por expertos. Asimismo, Trump afirmó que la situación en Sudáfrica no solo se trata de un problema de seguridad, sino también de una persecución sistemática de ciudadanos blancos por motivos raciales. Citó documentos y fotografías específicas, incluyendo artículos impresos, que supuestamente confirman la existencia de fosas comunes de agricultores blancos. Durante la presentación, incluso pidió mostrar un video: en la pantalla aparecieron fotos de cruces blancos, supuestamente sepulturas de agricultores asesinados en el país. Además, hizo un llamado a que las autoridades estadounidenses reaccionaran y pidió que se responsabilizara a uno de los líderes opositores sudafricanos. El invitado oficial de Sudáfrica, el presidente Cyril Ramaphosa, permaneció firme y calmado ante esta situación. En respuesta a las acusaciones, dijo que aún no había visto esos materiales y expresó interés en conocer dónde exactamente fue filmado el video. El participante en la reunión mantuvo la serenidad, invitando a abrir un debate sobre el tema y reiterando que Sudáfrica tiene su propia historia y documentos que refutan esas afirmaciones extremas. Al mismo tiempo, en la sala se encontraba Elon Musk, de origen indonesio, quien también es considerado un defensor activo de teorías conspirativas relacionadas con la situación en Sudáfrica. En su plataforma X, recientemente agregó un elemento nuevo: un mensaje en el que afirmaba que su servicio de Internet satelital Starlink supuestamente enfrenta problemas de licencia en el país porque, supuestamente, "no es negro". En Sudáfrica, interpretaron esto como una acusación infundada, ya que las fuentes oficiales negaron que Musk hubiera presentado alguna solicitud de licencia. Las autoridades señalaron que las leyes del país exigen que las empresas extranjeras incluyan representantes locales de grupos históricamente vulnerables, y no que sean discriminadas por el color de piel. En general, este incidente subraya una vez más la creciente influencia de la desinformación y las teorías conspirativas en los debates políticos globales contemporáneos. En enero de 2025, el gobierno sudafricano promulgó una ley que permite expropiar tierras con mayor flexibilidad en interés del Estado, lo que generó un acalorado debate político y protestas. Como parte de esta política, el Estado busca reducir la desigualdad racial en la distribución de la tierra, disminuir los privilegios de la minoría blanca y otorgar más derechos a las personas de piel oscura. Sin embargo, estos pasos plantean muchas interrogantes y podrían enfrentar resistencia de quienes temen el regreso de políticas discriminatorias. En los últimos meses, en la red han aumentado las discusiones activas sobre el uso del chatbot Grok, creado por la compañía de Musk, que comenzó a difundir masivamente en las redes sociales X información sobre el "genocidio blanco" en Sudáfrica. Estas respuestas, mayormente de carácter conspirativo, provocan preocupación por la expansión de la desinformación y la destrucción de la confianza en las fuentes oficiales. Mientras el mundo observa esta competencia política e informativa, las nuevas preguntas sobre el papel y la influencia de las tecnologías modernas, las estrategias políticas y las tendencias autoritarias permanecen abiertas.