En Bruselas se discute con preocupación un nuevo escenario de desarrollo de los acontecimientos respecto a la integración europea de Ucrania, que los medios de comunicación han llamado «plan B»

Se trata de un intento deliberado de crear un camino alternativo hacia la membresía en la Unión Europea, evadiendo la dilación y el bloqueo por parte de Hungría, específicamente su primer ministro Viktor Orbán. Esta decisión política y legal internacional está generando gran interés y a la vez preocupación entre expertos y círculos diplomáticos. Según información obtenida de fuentes en Bruselas, ya se han dado los primeros pasos en el marco de este "plan B", aunque la posición oficial de la UE sigue siendo contenida y no se ha divulgado ninguna información al respecto. Documentos internos y análisis indican que, en preparación de las negociaciones programadas para agosto o septiembre sobre la adhesión de Ucrania a la UE, se están realizando preparativos jurídicos y procedimentales activos que permitirán avanzar incluso en caso de disputas no resueltas con la parte húngara. La idea principal de este escenario alternativo consiste en la creación de lo que se llaman "negociaciones paralelas"; un proceso en el cual, fuera del formato conjunto con todos los países miembros, Ucrania mantiene conversaciones separadas pero altamente sincronizadas con 26 Estados de la Unión Europea (todos excepto Hungría). Esto permitirá continuar con la integración jurídica y técnica de Ucrania en las estructuras europeas, incluso si su candidatura es bloqueada por la posición conjunta de Hungría. Las fuentes indican directamente que ya la semana pasada se dieron los primeros pasos jurídicos en el marco de este "plan B". Sin embargo, una parte sustancial de este trabajo diplomático "discreto" aún está por realizarse y debe implementarse a largo plazo. Se prevé que en agosto-septiembre, en ausencia de avances positivos en las negociaciones entre Hungría y Ucrania, se inicie un proceso paralelo completo. En cuanto a los aspectos técnicos, este escenario contempla el uso de la flexibilidad del derecho europeo, que permite avanzar sin una unanimidad formal. Donde sea necesario acordar la voluntad política de todos los miembros, 26 países de la UE mantienen negociaciones separadas con Kiev sobre documentos y programas específicos, conocidos como "clusters". La conclusión oficial sobre la finalización de los procedimientos técnicos y jurídicos para Ucrania se espera coincida con el anuncio del inicio de negociaciones de Moldavia para obtener la condición de candidata. Este plan también prevé la realización de conferencias intergubernamentales, que tradicionalmente son decisivas en el proceso de ampliación de la UE. Según las fuentes, la decisión de convocarlas no requiere unanimidad, e incluso puede adoptarse en un formato que permita involucrar a Ucrania sin importar la posición de Budapest. Además, existe la idea de realizar negociaciones conjuntas para Ucrania y Moldavia, lo cual puede tener varias finalidades. Para Moldavia, dichas conferencias deben concluir con el reconocimiento oficial del cumplimiento de los criterios clave, y dar el siguiente paso legal para su integración progresiva. Para Ucrania, este proceso servirá como respaldo político y como garantía de que el veto no resuelto de Hungría no obstaculizará su avance hacia la integración europea en el futuro. El objetivo principal de las "negociaciones paralelas" es crear la posibilidad de, en cualquier momento en que cambie la situación política en Hungría —cambio de gobierno, coyuntura política o compromisos—, implementar rápidamente todas las oportunidades perdidas y poner en marcha procedimientos jurídicos a gran escala. Esto, según los creadores, debe asegurar que Ucrania tenga caminos más flexibles y menos dependientes de bloqueos externos hacia la comunidad europea. Al mismo tiempo, los analistas señalan que este "plan B" tiene sus propias desventajas. Muchos expertos advierten que este enfoque puede derivar en contradicciones jurídicas, inestabilidad política y una potencialidad debilitada para el acercamiento coherente y constante de Ucrania a los estándares y valores de la UE. Esto podría dificultar su ingreso en el espacio europeo común y crear desafíos adicionales para los esfuerzos diplomáticos de otros miembros del bloque. En general, la situación sigue siendo tensa: Bruselas prepara varios escenarios de acción para apoyar las aspiraciones de Ucrania de unirse a la UE, independientemente de los obstáculos externos. Incluyen un uso delicado de herramientas jurídicas, políticas y diplomáticas para garantizar el progreso, incluso en casos donde el camino tradicional de integración europea se vea obstaculizado o complicado. Este es un nuevo etapa en la estrategia integral de la Europeanización de Ucrania, que podría definir su rumbo futuro en el proceso de entrada en la Unión Europea.