En Alemania ha aumentado la discusión sobre la posible prohibición del partido ultraderechista «Alternativa para Alemania» (AfD), lo que genera una creciente preocupación entre los representantes de las instituciones gubernamentales y los partidos políticos

Chas Pravdy - 22 mayo 2025 19:42

La ministra de Justicia del país, Steffi Hußig, enfatizó que el tema de la prohibición de esta organización debe ser considerado con mucho seriedad, ya que, en su opinión, representa una "amenaza muy grave para nuestro sistema democrático". Como señaló en una reciente entrevista al periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung, el gobierno no puede ignorar los hechos que indican el carácter extremista de AfD. Resaltó que la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (Bundesamt für Verfassungsschutz) ya había clasificado oficialmente a esta fuerza política en el grupo de organizaciones de extrema derecha. Esto significa que la cuestión de su prohibición debe ser tratada en el marco del sistema legal, ya que "de acuerdo con la ley, es necesario considerar esa posibilidad". Hußig explicó que el gobierno federal ya está preparando una posición unánime sobre los aspectos procedimentales. Añadió que este tema debe discutirse tanto en el Bundestag como en la Bundesrat. "Quisiera destacar que la discusión debe llevarse a cabo en ambas cámaras del parlamento, ya que son ellas las que toman decisiones respecto a la prohibición de agrupaciones políticas", afirmó la ministra. Al mismo tiempo, señaló que una discusión de este tipo no implica automáticamente la prohibición. Según sus palabras, la decisión de prohibir solo puede tomarse tras un análisis cuidadoso de todas las circunstancias y fundamentos. Hußig resaltó que, en caso de detectar motivos sólidos para prohibir a AfD, el gobierno no se detendrá en declaraciones enfáticas y debates, sino que actuará dentro del marco de la ley y con la base legal correspondiente. Agregó que tal decisión se fundamentará en un análisis detallado, y que el diálogo político sobre este asunto debe ser abierto y transparente. La situación se agravó a finales del mes pasado, cuando la Oficina Federal para la Protección de la Constitución comenzó oficialmente a clasificar a AfD como una organización "neofascista respaldada", elevando su estatus desde el nivel anterior de "sospechosa". Esta decisión permitió ampliar las competencias de los servicios de inteligencia en la vigilancia de las actividades de este partido. Sin embargo, posteriormente, la oficina suspendió temporalmente esa clasificación debido a un proceso judicial en Colonia, donde se examina un caso de recurso contra el estatus de AfD. Antes de la decisión final, el tribunal administrativo aceptó la solicitud de continuar supervisando las actividades del partido como "sospechoso". Considerando los desafíos políticos y de seguridad muy agudos, muchos analistas se preguntan si el gobierno alemán se decidirá por un paso muy arriesgado: prohibir a uno de los partidos más influyentes y pro-rusos de la política alemana actual. La decisión de ello debe estar no solo jurídicamente fundamentada, sino también respaldada por la sociedad, para evitar posibles conflictos internos y divisiones. La discusión sobre este tema adquiere una relevancia especial en el contexto del crecimiento de los sentimientos populistas y la activación del discurso de extrema derecha en el país. Con más detalles sobre las posibles consecuencias y los aspectos jurídicos de esta cuestión, en nuestro material en profundidad titulado "Prohibición de AfD: ¿Se atreverá Alemania a castigar al principal partido pro-ruso?". ¿Podrá Berlín dar un paso que pueda cambiar significativamente el panorama político del país, y contarán las autoridades con la voluntad y los recursos para apoyar una decisión de prohibición? Estas son cuestiones muy actuales que generan un debate vivo entre políticos, expertos y la sociedad civil.

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