El Parlamento Europeo ha aprobado un nuevo paquete de medidas relativas al comercio con Rusia y Bielorrusia, destinadas a limitar significativamente su acceso al mercado de la Unión Europea
Se presta especial atención a los productos agrícolas, en particular los fertilizantes, que actualmente siguen siendo una de las principales herramientas en la lucha contra la expansión agrícola rusa. Según la decisión aprobada el 22 de mayo en Bruselas, el Parlamento Europeo implementa incrementos sustanciales en los aranceles aduaneros y tarifas de importación de productos agrícolas rusos y bielorrusos. Esto se hace con el objetivo de hacer que la importación de estos productos a la UE sea económicamente inviable, lo que en última instancia conducirá a la interrupción de su flujo en territorio de la Unión Europea. El documento, titulado «Modificación de los tipos de derechos de importación para determinados productos procedentes o exportados directamente o a través de intermediarios desde la Federación Rusa y la República de Bielorrusia», entrará en vigor inmediatamente tras su aprobación oficial por el Consejo de la UE y su publicación en los medios oficiales correspondientes. Como se indica en la nota explicativa del documento, este reglamento permitirá prohibir completamente el acceso al mercado de la UE para más del 15% de los productos agrícolas, que anteriormente estaban incluidos en las listas con tarifas menos elevadas. Para el resto de productos, se establecen nuevos tipos de aranceles elevados, que prácticamente anularán cualquier incentivo económico para transportar productos rusos a la UE. En particular, para los productores agrícolas, como los cereales, el aumento de tarifas prevé un incremento del 50% en los derechos ad valorem. Esto significa que los exportadores rusos y bielorrusos deberán pagar un 50% más al importar sus productos en la UE. Con respecto a los fertilizantes, la situación es especialmente tensa. A la tasa de ad valorem existente del 6,5% se añade un arancel específico especial, que aumentará cada año en aproximadamente 40-45 euros por tonelada. Como resultado, después de tres años desde la entrada en vigor de la regulación, los aranceles sobre los fertilizantes nitrogenados alcanzarán niveles entre 315 y 430 euros por tonelada, dependiendo del tipo. Este nivel es prohibitivo y efectivamente detendrá la importación de estos productos desde Rusia y Bielorrusia. El objetivo de este paquete de medidas estrictas es ajustar la dependencia de la UE de los recursos agrícolas rusos y bielorrusos, así como prevenir eludir las sanciones a través de terceros países, en particular Bielorrusia. Según los autores del reglamento, el considerable aumento de los aranceles incentivará la sustitución de los fertilizantes y productos rusos por otros proveedores. Ya algunos Estados miembros de la UE han dejado prácticamente de usar fertilizantes nitrogenados rusos, sin experimentar escasez ni un aumento rápido de los precios del mercado. Esto indica la posibilidad de redirigir rápidamente los suministros desde Rusia a productores alternativos. En general, para el sector agrícola de Europa, la nueva política significa no solo luchar contra los suministros del agresor, sino también prepararse para aumentar la producción interna de fertilizantes dentro de la UE. Esto responderá a la crisis de recursos energéticos, que ha dificultado significativamente la producción en la región, y a la presión de las importaciones rusas, que durante mucho tiempo ha incrementado la competencia y estabilizado los precios. Además, en el marco de las nuevas medidas restrictivas, la UE propone activamente fuentes alternativas de suministro de fertilizantes nitrogenados — Egipto, Argelia, Noruega, Marruecos, Omán y Estados Unidos. Esto permitirá reducir la dependencia de Rusia y garantizar un equilibrio estable en el mercado interno. Según la información, los aranceles para la mayor parte de los productos agrícolas procedentes de Rusia y Bielorrusia, en particular cereales, ya se aplicarán en toda la UE desde julio de 2024. Esto responde a las frecuentes llamadas de Ucrania, Polonia y los países bálticos a una prohibición total de las importaciones, que contribuya a reducir la influencia rusa en el sector agrícola europeo. En general, la adopción de esta resolución refleja una orientación táctica y estratégica de la UE para contrarrestar la agresión de Rusia, en particular mediante instrumentos económicos. No son solo sanciones económicas, sino una política integral para eliminar las capacidades de Rusia de usar el sector agrícola como herramienta de presión política y económica. En el contexto de los mecanismos de sanciones globales, los responsables políticos europeos subrayan que tienen como objetivo forzar a Rusia y sus aliados a cambiar de política, utilizando las medidas más severas y efectivas. Según los expertos, las sanciones, en particular las relacionadas con las importaciones agrícolas, son un arma moderna en la lucha diplomática y económica contra el país agresor, que tiene el potencial de reducir significativamente su influencia y forzar la revisión de sus estrategias en el conflicto con Ucrania y Occidente.