El Kremlin está interesado en realizar un intercambio de prisioneros de la manera más rápida y eficiente posible bajo el esquema «1000 por 1000», informa el portavoz del presidente de Rusia, Dmitri Peskov
En su declaración, señaló que la cuestión del intercambio sigue siendo una prioridad para Moscú y que se lleva a cabo en estrecha colaboración, aunque destacó que este proceso es bastante complejo y requiere esfuerzos y tiempo considerables. «Todos estamos interesados en realizar este intercambio lo más rápidamente posible. Por supuesto, el trabajo en esta dirección se realiza de manera persistente y enfocada, pero hay que tener en cuenta que se trata de la devolución de 1000 personas de cada lado, lo cual es un proceso logísticamente y organizativamente bastante complejo», afirmó Peskov en un comentario a los medios rusos. Añadió que actualmente trabajan especialistas específicos y que el trabajo avanza «bastante rápidamente», pero enfatizó que todavía se necesita algo de tiempo para la implementación de este plan. Recordemos que, por parte ucraniana, el representante de alto rango de la Oficina de Inteligencia principal, Kirilo Budanov, manifestó optimismo respecto a la rapidez del intercambio. Según sus palabras, en la próxima semana podría realizarse un retorno masivo a su país de 1000 prisioneros de ambos lados. Lo informó en una entrevista con periodistas ucranianos el lunes, señalando que las autoridades ucranianas ya están preparando activamente listas de posibles participantes en el intercambio. Además, Kiev y Moscú han alcanzado un acuerdo preliminar para realizar un intercambio simultáneo de prisioneros por un total de 1000 personas de cada país. La información al respecto fue confirmada por delegaciones de Ucrania y Rusia en Estambul el 16 de mayo de 2025, donde se llegó a un entendimiento sobre la necesidad de implementar rápidamente este acuerdo. La puesta en marcha del acuerdo comenzó de inmediato: el 17 de mayo, las estructuras responsables del lado ucraniano, incluyendo la Seguridad de Ucrania (SBU), comenzaron a prepararse para el intercambio, poniendo énfasis en la logística, las listas de participantes y todos los procedimientos necesarios. El plan se complica no solo por la cantidad de participantes, sino también por aspectos humanitarios, riesgos de seguridad y particularidades del proceso, ya que implica el retorno de cientos de personas que se encuentran en diferentes condiciones y circunstancias. Sin embargo, ambas partes intentan hacer este paso lo más rápido y eficaz posible, porque de ello depende no solo el proceso de liberación, sino también una posible escalada o desescalada del conflicto. La preservación de los acuerdos y su implementación rápida siguen siendo una prioridad estatal, ya que para Ucrania este proceso es significativo desde el punto de vista de las vidas humanas y la imagen internacional, mientras que Rusia también demuestra su disposición al diálogo, sentando las bases para evitar potencialmente una escalada de la tensión en vísperas de negociaciones difíciles.