Durante la noche del 22 de mayo, las tropas rusas volvieron a realizar bombardeos en localidades civiles en Donetsk, utilizando activamente artillería y vehículos no tripulados en su lucha por controlar los territorios
Como resultado de este ataque, varias personas civiles perdieron la vida o resultaron heridas, lo que una vez más confirma el trágico precio que deben pagar los civiles en esta guerra que ya lleva más de un año. Según la información proporcionada por la Fiscalía Regional de Donetsk, el lunes por la mañana, alrededor de las 07:30, las tropas rusas abrieron fuego con artillería de tubo en la ciudad de Kostiantynivka. Como resultado de un impacto directo de un proyectil en un edificio residencial, falleció una mujer local de 54 años. Su hija, 27 años más joven, sufrió heridas graves por trauma de minas y explosivos, traumatismo craneoencefálico abierto, así como heridas en la cabeza, el cuello y las piernas. Este es otro ejemplo de cuán destructivas son las consecuencias de los ataques intensos para la población civil, que está bajo el objetivo de las fuerzas de ocupación. Otro evento trágico fue un ataque con un dron kamikaze tipo "Lanzet" en el área de Rayhorodok, en el distrito de Kramatorsk. A las 10:35, cerca de una tienda local, los enemigos lanzaron un dron de combate con la intención de destruir un objetivo con un alto grado de precisión. Afortunadamente, la operación tuvo consecuencias inhumanas para los residentes locales: una mujer de 51 años que vendía en un puesto murió. Al mismo tiempo, una mujer de 39 años que vendía en un mercado cercano recibió heridas por fragmentos y trauma por mina y explosivos, y fue trasladada al hospital en estado de gravedad moderada. Estos eventos vuelven a destacar la sistematicidad y el cinismo de los crímenes de guerra que Rusia comete contra la población civil de Donetsk. Las autoridades ya están documentando estos hechos como evidencia de las acciones despiadadas de los ocupantes, que violan gravemente las convenciones internacionales y las normas del derecho humanitario. Los empleados de la fiscalía y otras agencias de seguridad trabajan en la recopilación de toda la evidencia de los impactos de los bombardeos, con el objetivo de que en el futuro estos crímenes reciban la debida valoración y los responsables sean llevados ante la justicia. En general, la situación en la región sigue siendo tensa y provoca una profunda preocupación entre los residentes locales. La población civil sigue estando bajo el objetivo una y otra vez, y sus hogares son destruidos, lo que socava su respaldo y causa trauma psicológico a cada uno de ellos. Estos eventos serán otro recordatorio a la comunidad internacional sobre la necesidad de intensificar la presión sobre Rusia, exigir el cese del fuego y garantizar la protección adecuada de toda la población de Donetsk y de Ucrania en general.