En la región de Kyiv se han producido las consecuencias de otro ataque ruso: los fragmentos de un objetivo enemigo derribado impactaron en un edificio residencial, causando heridas a cinco personas y la destrucción de sus viviendas

El incidente ocurrió en el distrito de Borispil, donde los residentes sufrieron daños graves y estrés psicológico debido al bombardeo nocturno. Según Mikola Kalashnyk, jefe de la Administración Militar Regional de Kyiv, la situación genera una profunda preocupación. Volodymyr, un ataque severo por parte de las fuerzas rusas, no solo provocó la destrucción de bienes, sino también sufrimiento humano. “Lamentablemente, como resultado de un ataque enemigo con dron, una familia entera del distrito de Borispil resultó afectada — informó en su Telegram. — Los profesionales de la salud evaluaron su situación. La madre, de 42 años, tiene una reacción aguda al estrés. Su hijo de 17 años sufrió una herida punzante en el pie, y un niño de 13 años tiene un corte superficial en la pierna. La más joven, una niña de tres años, también sufrió una reacción al estrés. A su esposo, de 30 años, lo ingresaron en el hospital con una herida sobre la ceja. Actualmente, todos los afectados han recibido la atención médica necesaria.” Según el jefe de la OVA, los fragmentos impactaron en la vivienda donde se encontraban estas personas. Debido al bombardeo, en la casa se rompieron ventanas, se dañó el techo y también hay destrucción en las habitaciones internas. “Estamos tomando medidas activas para resolver la cuestión de un alojamiento temporal para la familia — aseguró Mikola Kalashnyk. — Trabajamos para que las personas puedan volver a una vida normal lo antes posible y recibir la ayuda necesaria.” Además del complejo residencial, en las instalaciones eléctricas de la región también se dañaron otros objetos de infraestructura como un edificio no residencial, vehículos, almacenes y dependencias de utilidad, todo como resultado de una operación de combate a gran escala del enemigo. Fotos en Telegram muestran fragmentos de autos y edificios destruidos que ahora necesitan ser restaurados. Las circunstancias previas al incidente aún están en investigación, pero la tensión en la región ha vuelto a aumentar, ya que los objetivos enemigos apuntan intencionadamente a la población civil, destruyendo hogares y aniquilando la vida cotidiana de los residentes pacíficos. Las personas, con miedo, recuerdan los sonidos nocturnos de las salvas y explosiones que atravesaron la atmósfera. Las últimas acciones desestabilizadoras del enemigo confirman una vez más la necesidad de reforzar las medidas de seguridad y apoyar a los afectados. Las autoridades locales y los médicos están haciendo todos los esfuerzos posibles para estabilizar la situación y brindar ayuda integral a quienes la necesiten. Los residentes de la región, aunque todavía en shock y frente a las destrucciones, esperan una pronta recuperación y protección contra nuevos ataques. Este es otro recordatorio del costo que pagamos por la paz y la seguridad en nuestro país.