Pavel Durov, cofundador del popular mensajero Telegram, declaró abiertamente su disposición a testificar en un tribunal sobre una posible intervención extranjera en las elecciones presidenciales en Rumanía

Chas Pravdy - 20 mayo 2025 23:37

Esta decisión fue la continuación lógica de la tensa situación política en el país, que en los últimos tiempos ha llamado la atención no solo de los medios nacionales, sino también de la comunidad europea. En su página en la red social X (anteriormente Twitter), Durov señaló que «está dispuesto a acudir y testificar en cualquier momento si esto ayuda a defender la democracia rumana de influencias externas». Sus palabras se produjeron en el contexto de discusiones activas y sospechas sobre una posible injerencia extranjera en el proceso electoral, así como en las luchas políticas en torno a los resultados de la votación. Al mismo tiempo, en Rumanía se ha desarrollado una nueva etapa de disputas políticas en torno a los resultados de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. El líder del partido ultraderechista AUR, George Simion, a pesar del anuncio oficial de la victoria de su oponente, el alcalde de Bucarest, Nicușor Dan, inició una denuncia ante el Tribunal Constitucional solicitando impugnar los resultados de la votación. Según los procedimientos legales, este caso podría conducir a nuevos procesos y a una investigación de posibles irregularidades durante las elecciones. Los medios han informado que justo antes de la votación, cuando los ciudadanos acudían a las urnas, los servicios secretos franceses estaban realizando actividades activas relacionadas con el control del espacio informativo en el país. En particular, se mencionó una solicitud del servicio de inteligencia exterior francés, del jefe Nicolás Lerner, para prohibir cuentas en redes sociales que, según su sospecha, estaban vinculadas a fuerzas ultraderechistas rumanas. La embajada de París rechazó rápidamente estas acusaciones, calificándolas de infundadas y politizadas. Independientemente de las confirmaciones o desmentidos, la situación en torno a las elecciones en Rumanía sigue siendo tensa. Al mismo tiempo, Simion aceptó su derrota y felicitó a su oponente con la victoria. Esto ocurrió el martes con el objetivo de evitar un posible conflicto interno y derramamiento de sangre. Sin embargo, las razones de esta decisión siguen siendo objeto de discusión y análisis, principalmente debido al nivel de tensión en la sociedad y a las perspectivas de futuras acciones legales y políticas. Mientras tanto, observadores y analistas globales destacan que la situación en Rumanía se ha convertido en un ejemplo claro de cómo los procesos políticos internos se entrelazan con influencias externas en el ámbito de la información y la diplomacia. Las sospechas de injerencia por parte de otros países, las acusaciones de falsificaciones y las protestas políticas crean un cuadro complejo que puede marcar la pauta para futuros eventos y decisiones en este país europeo. La difusión de estos incidentes y las declaraciones de Pavel Durov han generado un amplio resonancia social, han llamado la atención de la comunidad internacional y han planteado cuestiones sobre la transparencia de los procesos electorales y el papel de las fuerzas externas en los conflictos internos en los países de Europa Central y del Este.

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