Las tropas rusas vuelven a continuar con sus ataques y continúan aterrorizando a los residentes de Jersón, temporalmente ocupada, abriendo fuego con artillería contra los barrios residenciales de la ciudad
La mañana del 20 de mayo, los sonidos de explosiones volvieron a perturbar la calma de los habitantes locales, dejando tras de sí destrucción y heridos. Según la Administración Military Regional de Jersón y la oficina oficial del Fiscal General, como resultado de este ataque nocturno, se registraron cuatro personas heridas en la ciudad, incluyendo a personas mayores. Según datos preliminares, los ocupantes rusos realizaron disparos de artillería en el barrio de Kórabelni, enfocándose en edificios residenciales. Una bomba explosiva que cayó cerca de un edificio de apartamentos causó daños severos: ventanas rotas, fachadas dañadas y balcones colapsados. Como resultado, varias personas locales resultaron heridas al estar en sus casas en el momento del ataque. En total, cuatro personas resultaron heridas en el ataque: un hombre de 45 años y una mujer de 68 años sufrieron heridas por explosiones y cortes; otra residente, de 88 años, sufrió heridas de fragmentos en la cabeza, conmoción cerebral y heridas por explosión. A todos ellos se les brindó atención médica en el lugar; lograron evitar ser hospitalizados, aunque el estado de algunos fue bastante serio. Otro hombre, de 76 años, sufrió heridas por fragmentos en la cabeza y las manos, conmoción cerebral y heridas por explosión, y fue hospitalizado en estado de gravedad moderada. Este ataque fue otra manifestación de la actividad bélica en la ciudad, la cual, desde el inicio de la ocupación, ha estado sujeta a bombardeos regulares por parte de las tropas rusas. Según datos del GPO (Oficina del Fiscal General), la mayoría de los afectados son personas de edad avanzada que estaban en sus domicilios en el momento del ataque. Paralelamente a los disparos de artillería, los ocupantes también atacaron el transporte público en la ciudad, resultando en otras cinco personas heridas y un vehículo con daños significativos. Estos eventos confirmaron nuevamente la tendencia de aumento en la violencia y la destrucción en Jersón, lo cual se está convirtiendo en un factor cada vez más preocupante para los habitantes y toda la región. Las autoridades policiales y militares ucranianas están trabajando para esclarecer todos los detalles del incidente y no dejan de atender la situación en la región. Las autoridades locales instan a los residentes a ser cautelosos, a seguir las medidas de seguridad y a evitar permanecer en zonas potencialmente peligrosas durante los posibles bombardeos. El gobierno enfatiza que cada nuevo ataque resalta la necesidad de reforzar las medidas defensivas y buscar caminos para detener la agresión que, ya casi durante un año, destruye la vida de las personas en esta región y crea una grave crisis humanitaria.