La Unión Europea ha aprobado un nuevo paquete de sanciones contra Rusia, el décimo séptimo en la historia, que será un paso más en la campaña global de aislamiento de Rusia y en el aumento de la presión sobre su régimen militar y político

Esta decisión fue tomada el 20 de mayo tras largos debates y consultas en las instituciones europeas, con el objetivo de fortalecer los mecanismos de presión económica y la lucha contra las amenazas híbridas del Kremlin, así como de llamar la atención internacional sobre las violaciones de derechos humanos que acompañan la agresión militar de Rusia contra Ucrania. Según la jefa de diplomacia de la UE, Caía Calá, publicada en su mensaje en la red social X (anteriormente Twitter), el nuevo paquete de sanciones se centra en casi 200 buques que conforman lo que se denomina la flota sombra de Rusia. Son barcos utilizados para eludir las sanciones y ocultar las operaciones militares y logísticas del Kremlin en alta mar. Además, en el marco de las acciones adicionales, se intensifica la lucha contra las amenazas híbridas y se amplían las restricciones relacionadas con las violaciones de derechos humanos cometidas por las fuerzas rusas en territorios ocupados o regiones bajo la influencia de Moscú. “La Unión Europea no detiene su curso y prepara medidas aún más duras contra Rusia”, enfatizó Calá. Subrayó que los esfuerzos prolongados del Kremlin para mantener la guerra conducen a una mayor dureza y al fortalecimiento de las sanciones por parte de la UE. Por ello, las países europeas continúan trabajando en nuevos mecanismos para aislar y limitar la capacidad de la economía y el armamento militar rusos. Como antecedente, ya se está preparando el paquete de sanciones número 18, que está en fase de trabajo a nivel de la UE. Se espera que incluya no solo restricciones a los bancos rusos, sino también nuevas prohibiciones para las instituciones financieras de países que apoyan a Rusia, especialmente aquellos que colaboran abiertamente con la industria de defensa y el ejército rusos. Este es un paso importante para intensificar la presión económica sobre el régimen de Vladimir Putin y su grupo oligárquico. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dio también en mayo una clara señal, afirmando que el nuevo paquete de sanciones se prepara con la finalidad de aumentar la presión específicamente sobre las estructuras financieras rusas. Destacó que la UE busca fortalecer al máximo sus medidas contra los leales económicos y militares del Kremlin, reduciendo su influencia y conteniendo las ambiciones militares de Rusia en la región. Es importante entender que la aprobación del nuevo paquete de sanciones es solo una de las muchas acciones de la política europea de aislamiento militar y económico de Rusia. La UE continúa mostrando su solidaridad con Ucrania y busca brindar el máximo apoyo en la lucha contra la agresión rusa, aplicando instrumentos cada vez más amplios y estrictos de presión económica y diplomática. Esto envía una señal al Kremlin y a sus partidarios de que la comunidad internacional no tiene intención de detenerse en la lucha por la defensa de la democracia y los derechos humanos, y que los mecanismos de sanciones siguen siendo una herramienta potente en este proceso.