Candidato a presidente de Polonia, Navrotskij, dispuesto a ceder apoyo a la adhesión de Ucrania a la OTAN por beneficios políticos
En el marco de las elecciones presidenciales en Polonia, ha surgido de manera inesperada y todavía poco conocida la disposición del candidato del partido gobernante, Karol Navrotskij, a hacer un compromiso que podría tener profundas implicaciones para la política exterior del país y su postura respecto a Ucrania. Resulta que, a cambio del apoyo político del líder del movimiento ultraderechista “Confederación”, Slawomir Mencen, Navrotskij no descarta la posibilidad de retirar su apoyo a la idea de la adhesión de Ucrania a la Alianza Atlántica. Según fuentes de “European Pravda”, un político de Varsovia, que actualmente es uno de los principales candidatos para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en caso de ganar estaría dispuesto a declarar públicamente que no está interesado en la expansión de la OTAN incluso si esa expansión incluye a Ucrania. Esto representa un cambio significativo respecto a sus declaraciones anteriores, ya que hace unos meses apoyaba la idea de que la membresía de Ucrania en la UE y la OTAN fuera un componente importante de la seguridad euroatlántica. Sobre posibles compromisos, Navrotskij habló abiertamente. Comentó que está preparado para aceptar la invitación del líder de “Confederación”, Slawomir Mencen, y firmar la declaración correspondiente, la cual, según sus palabras, “reflejará los intereses y demandas de una parte del electorado polaco”. Mencen ya había llamado previamente públicamente a los candidatos a dialogar y a firmar un documento que prevé la renuncia a involucrar a las fuerzas armadas polacas en el conflicto ucraniano y la cancelación de los planes de ratificación de la adhesión de Ucrania a la OTAN. En una rueda de prensa, Navrotskij precisó: “Acepto la invitación y estoy listo para firmar las propuestas que él ha presentado. Discutiremos los detalles en una reunión en línea — en su canal de YouTube. ¡Hasta entonces!” Estas declaraciones generan una gran preocupación en las comunidades polaca y ucraniana, ya que abren la puerta a posibles pactos políticos que contravienen directamente la postura de la Unión Europea y la OTAN respecto a la protección de la soberanía y la seguridad de Ucrania. Es importante destacar que tales compromisos públicos por parte de Navrotskij prácticamente ponen en duda su capacidad para defender los intereses de Ucrania en el futuro. Hace unos meses, Navrotskij mostraba mayor apoyo a una futura cooperación con Kiev, abogando por su integración euroatlántica. Sin embargo, actualmente, sus ambiciones políticas y la necesidad de obtener el apoyo de fuerzas radicales hacen pensar que estaría dispuesto a sacrificar ese principio en busca de votos adicionales. De hecho, su postura en buena medida coincide con los sentimientos de una parte del electorado polaco que se muestra escéptico respecto a una mayor expansión de la OTAN y la integración de Ucrania. El apoyo a una “zona tampón” es uno de los argumentos clave en este juego político, que podría provocar cambios sustanciales en la política exterior de Polonia y obligar a Kiev a reconsiderar su estrategia para proteger sus intereses y su seguridad. Para concluir, se debe señalar que las preocupaciones de los expertos en política exterior y la diplomacia ucraniana crecen ante la posibilidad de que se formen nuevas alianzas políticas que puedan obstaculizar los futuros pasos hacia la integración euroatlántica de Ucrania. Mientras tanto, los intentos de Navrotskij y su posible aliado, Mencen, de influir en la escena política interna mediante traiciones que pongan en jaque intereses estratégicos, permanecen como uno de los temas principales de discusión en los círculos políticos polacos y más allá.