Según los informes de la agencia Reuters, en los círculos altos de la diplomacia han surgido los primeros indicios de reactivación de los esfuerzos diplomáticos para resolver el conflicto en Ucrania
Según fuentes, el lunes 19 de mayo, el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, inició una conversación telefónica con el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin. Esta conversación, que aún no ha recibido confirmación oficial de ninguna de las partes, se centra en buscar vías para poner fin a la sangrienta guerra que lleva varios meses desarrollándose en territorio ucraniano. Se sabe que las negociaciones comenzaron a la hora habitual — a las 10 de la mañana, hora de Kiev (17:00 en Washington) — y se llevan a cabo a puertas cerradas, sin declaraciones públicas sobre los detalles del diálogo. En medio del aumento de la tensión y los esfuerzos de la diplomacia internacional, esta iniciativa ya ha sido valorada como un paso importante hacia la búsqueda de un compromiso. Fuentes en el Kremlin confirmaron que la conversación ha sido programada y que la preparación para ella ya se ha completado, y el portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov, informó que la consulta se realizará en formato de conversación telefónica. En Washington, según las palabras del enviado especial de EE.UU., Steven Vitkoff, se destaca que esta conversación puede convertirse en un “éxito muy importante” y abrir nuevas posibilidades para alcanzar la paz. Sin embargo, en los círculos diplomáticos no ocultan su cautela: la información sobre el contenido de las negociaciones se limita por ahora a mensajes generales, y aunque hay pronósticos optimistas, es bastante evidente que la implementación de un diálogo real requiere esfuerzos adicionales por parte de todos los participantes. El antecedente de este paso diplomático fue la conocida iniciativa de Trump — actualmente presidente o expresidente de EE.UU. (dependiendo del desarrollo de los acontecimientos) — de manifestar su intención de discutir personalmente con Putin las posibilidades de detener el conflicto armado en Ucrania, así como apoyar los esfuerzos de otros socios del norte y aliados de la OTAN, que llevan tiempo buscando una desescalada de la tensión en la región. Al mismo tiempo, esta noticia se convirtió en una de las más importantes en el flujo político mundial, ya que un posible establecimiento de diálogo directo entre Washington y Moscú podría cambiar significativamente la situación en el frente y en el ámbito diplomático. La situación sigue siendo tensa, y la comunidad internacional sigue de cerca el desarrollo de los acontecimientos, con la esperanza de que esta histórica reunión tenga un resultado positivo en forma de mejoría en la situación y la consecución de un acuerdo de paz basado en compromisos mutuos. A la luz de los procesos en curso, muchos analistas expresan la esperanza de que estas negociaciones sean el primer paso hacia la estabilidad y una paz duradera en la región, aunque reconocen que el camino hacia ello es difícil y requiere paciencia y destreza diplomática por parte de ambos lados.