La política moldava del grupo del oligarca Ilan Shor ha hecho una declaración provocadora respecto al futuro de las fronteras del país, violando la diplomacia y echando leña al fuego de las tensiones regionales

Viktoria Furtúné, una figura conocida en la escena política moldava, dejó entrever la posibilidad de volver a la antigua frontera, específicamente, a la región histórico-geográfica de Buják, que actualmente forma parte administrativa del oblast de Odesa en Ucrania. En su discurso, divulgado a través del canal de Telegram que controla la región autónoma de Gagauzia, expresó: «Estamos deformados por las fronteras dibujadas a línea de regla. Nos privaron del acceso al mar a través de Buják, y sin él Moldavia se comporta como un león atado por una cadena. Sé cómo devolver Buják ya mismo, y esto es especialmente relevante ahora». Esto constituye una crítica directa y bastante dura a las autoridades actuales, que, según sus palabras, habrían atrapado la frontera moldava en límites infranqueables. Furtúné subraya que ningún tratado internacional ratificado por Moldavia confirma su pérdida. «No existe ningún documento que reconozca a Vіskoc o Buják como parte de Ucrania. Podemos y debemos exigir una revisión de las fronteras, ya que la historia y el derecho a nuestra tierra son nuestros valores inalienables», enfatizó. Paralelamente, la política expresó su disposición a tomar medidas radicales: «Ya no queremos seguir siendo una pequeña Moldavia sumisa — necesitamos un país grande, independiente y soberano, que devuelva todo lo que nos han robado: nuestros nombres, nuestra historia, nuestro idioma y el acceso al mar. Es hora de devolver la justicia y nuestra tierra». La declaración de Furtúné generó gran repercusión en los círculos políticos y en la sociedad, así como un aumento en los debates sobre los posibles escenarios futuros. Cabe señalar que anteriormente fue fiscal y, el año pasado, durante la campaña electoral, quedó en el centro de atención con una foto en Tiraspol, la capital de la República de Pridnestrovie no reconocida, sosteniendo una paloma en las manos. A unos meses de estos acontecimientos, las fuerzas pro-rusas del llamado “Voz del región” también manifestaron sus reclamaciones sobre el sur de Bessarabia. En particular, el candidato a diputado en las elecciones locales, representante del partido búlgaro “Revival”, Kostadin Kostadinov, expresó su posible disposición a plantear cuestiones sobre esa territorio. Esto indica un aumento en las tensiones en una región que ya atraviesa un clima político y geopolítico difícil. En general, estas declaraciones no solo socavan el equilibrio diplomático en la región, sino que también generan preocupación por posibles complicaciones en las relaciones entre países vecinos. Sin duda, esas palabras sugieren una intensificación de fuerzas políticas que buscan consolidar sus posiciones, utilizando cuestiones históricas, geográficas y nacionales como instrumentos de presión política. Al mismo tiempo, las autoridades oficiales moldavas aún se muestran prudentes y no han hecho comentarios directos sobre estas declaraciones, lo que podría aumentar la tensión en la región.