La inteligencia francesa desmiente las acusaciones de Durov sobre la interferencia en las elecciones en Rumanía
La Dirección General de Seguridad Exterior de Francia (DGSE) ha reaccionado oficialmente a las afirmaciones del fundador del mensajero Telegram, Pavel Durov, sobre presunta intervención en las elecciones presidenciales rumanas. En su canal de Telegram el domingo, Durov afirmó que le habrían enviado una solicitud para «bloquear los votos conservadores» en el país justo en la víspera del proceso electoral. Sin embargo, los servicios de inteligencia franceses negaron cualquier implicación en dichas acciones y desmentieron las declaraciones de presiones por su parte. Según Durov, el jefe de la DGSE, Nocolás Lerner, supuestamente se habría puesto en contacto con él en marzo pasado para solicitarle que prohibitse en Telegram los «votos conservadores» en Rumanía, lo cual, afirmó, él habría rechazado. El fundador del mensajero subrayó que su equipo no ha bloqueado manifestantes ni críticos en Rusia, Bielorrusia o Irán, y no tiene intención de hacerlo en Europa. Estas palabras han generado una gran repercusión social y han puesto en duda no solo posibles injerencias políticas, sino también el papel de Telegram en las recientes campañas electorales. En respuesta a estas declaraciones, la DGSE afirmó oficialmente que no ha solicitado a Durov bloquear ninguna cuenta relacionada con el proceso electoral en Rumanía. En un comunicado oficial, se destaca que los servicios especiales franceses sí se han puesto en contacto varias veces con el creador de Telegram en los últimos años, pero únicamente con el propósito de recordarle la responsabilidad de su compañía ante la ley en la prevención de actos terroristas, pornografía infantil y otras actividades criminales. Esto representa un ejemplo típico de los contactos entre las agencias de seguridad y plataformas digitales para advertir sobre posibles amenazas, pero no constituye una intervención en el proceso político. En general, la situación alrededor de estas declaraciones ha suscitado amplios debates sobre las herramientas de influencia digital y el papel de las empresas tecnológicas en los procesos electorales. Pavel Durov ha reiterado en varias ocasiones su compromiso con los principios de independencia y libertad de expresión, sugiriendo que cualquier intento de coacción o censura es inaceptable. En cuanto a las elecciones en Bucarest, los resultados finales confirmaron la victoria del candidato proeuropeo Nikushor Dan, quien obtuvo más del 53,60% de los votos y, por lo tanto, recibió un mandato legítimo de los electores. Su oponente, el político ultraderechista George Simion, aceptó la derrota y felicitó al ganador por la conclusión del proceso electoral. En conjunto, estos eventos se convirtieron en uno de los temas más discutidos en el espacio informativo europeo, resaltando la importancia de procedimientos transparentes y democráticos en la política moderna. Un análisis más profundo de toda la situación y sus repercusiones puede encontrarse en un artículo especial dedicado a la evaluación de las opiniones públicas en el marco de las elecciones rumanas y su significado para la integración del país en la Unión Europea. Esto reafirma una vez más cuánto las tecnologías modernas y los procesos políticos están entrelazados, modelando la nueva cara de la democracia europea en el siglo XXI.