En Suiza, debido a la amenaza de un deslizamiento de gran escala, se evacuaron varios cientos de residentes de una de las pequeñas comunidades montañosas
La mañana del 19 de mayo, en la región del Valais, en uno de los pintorescos pueblos suizos — Blatten — se desencadenó un escenario de rescate de emergencia. Debido a un peligro serio de colapso de rocas, las autoridades del país se vieron obligadas a evacuar a los 300 habitantes de esta acogedora aldea. Las medidas tomadas fueron una respuesta a la rápida deterioración de la situación alrededor del deslizamiento, que, según los expertos, amenaza con convertirse en una catástrofe destructiva. Los detalles de este evento extraordinario se dieron a conocer a través de fuentes oficiales: "European Pravda" cita datos de la televisión estatal suiza SRF. Según su información, los problemas comenzaron tras los últimos estudios que confirmaron un movimiento activo de rocas cerca de la aldea. Solo en un día desde la primera advertencia, la cantidad de bloques de piedra desplazados ya supera las 100 mil metros cúbicos. Estas dimensiones representan un umbral peligroso, y los especialistas pronostican que en breve el desprendimiento puede intensificarse. Según las evaluaciones preliminares, la roca puede desprenderse en cualquier momento — ya sea en estas horas o no más tarde del martes. En el peor escenario, durante el deslizamiento, la masa puede acumular hasta dos o incluso cinco millones de metros cúbicos de material rocoso, lo que representa una grave amenaza para la seguridad de los residentes y el medio ambiente. Las autoridades y expertos están decididos a actuar de inmediato para evitar una catástrofe. "Esperamos que el desprendimiento ocurra de manera suave y gradual, para reducir el riesgo para la población y el entorno", señaló Matthias Ebener, responsable de las operaciones de evacuación en Blatten. Añadió que todos los evacuados están siendo temporalmente alojados en lugares cercanos o con familiares para garantizar su seguridad y comodidad durante la espera de los acontecimientos. Este no es el primer caso en que Suiza se ve obligada a evacuar residentes de regiones peligrosas debido a la intensificación de los deslizamientos. El año pasado, también ocurrieron situaciones en la aldea de Bregenz, en el cantón de los Grisones, donde varias veces se ordenó la evacuación para prevenir una tragedia. Teniendo en cuenta esta experiencia, las autoridades locales monitorean cuidadosamente la situación y están preparadas para cualquier escenario de desarrollo de los eventos. La tolerancia al riesgo, las medidas preventivas y la rápida respuesta son aspectos clave del sistema de seguridad suizo, que ayuda a mitigar oportunamente los efectos de los desastres naturales. Sin embargo, dado que la situación de activación de procesos de deslizamiento sigue siendo tensa, los residentes y los servicios locales permanecen en estado de alerta ante posibles cambios. Se espera que, tras la finalización de todas las medidas de evacuación, las autoridades y científicos continúen monitorizando la situación para, en caso de reducir los riesgos, devolver a las personas a sus hogares en Blatten. Al mismo tiempo, la tarea principal sigue siendo prevenir nuevas catástrofes y minimizar al máximo las pérdidas humanas y materiales en esta pintoresca zona montañosa.