En Rumanía continúa una lucha extremadamente tensa por la silla presidencial, y actualmente el candidato con orientación europea y político pro-occidental, Nikuşor Dăn, se mantiene como líder en la segunda vuelta de las elecciones

Chas Pravdy - 19 mayo 2025 00:23

Según datos del Centro Electoral del país, a partir de hoy, tras procesar más del 99,5% de los protocolos de las mesas electorales, su ventaja sobre su oponente, el líder pro-ruso del partido AUR, Georghe Simion, se conserva. Esto indica una probable victoria de Nikuşor Dăn, mientras que los votos de los electores en esta votación pragmática se distribuyeron casi por igual: aproximadamente 54% a favor de él y cerca del 46% al oponente. Este hecho se convirtió en un evento emblemático para toda la política regional, ya que estas elecciones lograron una gran resonancia internacional. Con este resultado, ya felicitó al próximo líder Ucrania —el presidente Volodymyr Zelensky— destacando la importancia de la asociación estratégica entre nuestros países. Tras una conversación telefónica con el presidente electo, Zelensky dijo: «Para Ucrania —como vecina y aliada confiable— es sumamente importante tener un socio estable y proeuropeo en la persona de Rumanía. Estamos convencidos de que así será. Con esfuerzos conjuntos, podremos proteger nuestras naciones, fortalecer los valores europeos y la cooperación. Siempre tendremos un gran respeto por Rumanía y su pueblo, teniendo en cuenta el apoyo que recibimos en los momentos más difíciles de nuestra historia. Confío en que nuestra asociación estratégica, basada en la confianza y el entendimiento mutuo, seguirá contribuyendo a la estabilidad, seguridad y bienestar de nuestros pueblos.» Según fuentes de fuentes oficiales, el candidato de la ultraderecha pro-rusa del partido AUR, Georghe Simion, se declaró vencedor de las elecciones y no planea reconocer los resultados, que contradicen los datos oficiales. Esto genera mayor tensión en torno al conteo de votos y posibles procedimientos legales posteriores. Anteriormente se reportó que las encuestas a boca de urna preveían la derrota de Simion —el candidato pro-ruso claramente quedaba en desventaja en el conteo final de votos. Sin embargo, la decisión definitiva depende de los votos enviados desde la diáspora rumana, lo que podría influir significativamente en los resultados. Los resultados de estas elecciones provocaron un amplio debate en los círculos políticos y en los medios, ya que la victoria del candidato proeuropeo significa para Rumanía un refuerzo adicional de sus estrategias en el marco de la UE y OTAN. En el contexto de la seguridad regional, dicha victoria es una señal importante en los esfuerzos por resistir influencias externas y mantener los valores europeos en un país históricamente dividido entre distintas orientaciones ideológicas. Al discutir las posibles implicaciones, en círculos analíticos profesionales no se descarta que la victoria de Dăn pueda favorecer una política más pragmática respecto a Rusia y sus satélites, así como fortalecer los procesos de integración en la región. Al mismo tiempo, el candidato pro-ruso que no reconoce su derrota deja abierta la cuestión de futuros conflictos y tensiones internas. Si esta elección se ratifica jurídicamente y políticamente, la escena política rumana y la seguridad regional podrían experimentar cambios que tendrán repercusiones en toda la región del Mar Negro. Durante la campaña electoral, se discutieron activamente ideas sobre el rumbo futuro del país —entre la integración europea y un posible acercamiento con Rusia, o una política parcialmente pro-rusa de los candidatos autoproclamados. En general, los resultados de la segunda vuelta presidencial en Rumanía se convirtieron en un indicador importante de la orientación política del país y su postura respecto a la cooperación futura en Europa y la región. La oficialización de los resultados y las acciones futuras del presidente electo —que sin duda tendrá la tarea de mantener un equilibrio entre los desafíos internos y externos en el contexto de la seguridad y estabilidad regional— serán determinantes.

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