En relación con la serie de terremotos que asustaron a los habitantes de la isla de Eubea en Grecia, las autoridades de la región han declarado el estado de emergencia
Esta decisión fue tomada después de que en diferentes partes de la isla se registraran movimientos sísmicos a lo largo de un día, causando importantes daños psicológicos y materiales a la población. En el municipio de Mantudí-Limni-Ariana, ubicado en la parte norte de Eubea, la situación se considera especialmente crítica. Según información oficial obtenida de fuentes de "European Pravda" y referenciando el periódico griego Ekathimerini, las autoridades locales han declarado el estado de emergencia debido a la alta intensidad de los terremotos y su potencial amenaza para la seguridad de los residentes y su infraestructura. Una de las medidas decididas para evitar futuras incidencias ha sido el cierre de todas las escuelas de la región el martes, lo que permitirá realizar inspecciones detalladas de los edificios y evitar posibles peligros para alumnos y docentes. Además, bajo supervisión de expertos, se confirmó que tres edificios residenciales que sufrieron daños durante los movimientos sísmicos son inhabitable en forma permanente. Para garantizar la seguridad de las familias afectadas y evitar riesgos mayores para su vida, las autoridades locales organizaron un alojamiento temporal para las víctimas en un albergue en las instalaciones de la parroquia local en Prokopi. La alcaldesa de Mantudí-Limni-Ariana, Anna Georgios Tsapourniotis, declaró en una entrevista en la cadena ERT que las inspecciones preliminares confirmaron daños en más de 50 viviendas privadas y en varios edificios municipales, incluyendo escuelas y otros elementos importantes de infraestructura. Esto subraya la magnitud de los daños y la necesidad de implementar medidas adicionales para la evacuación y la recuperación de la región. Cabe señalar que los recientes sucesos en Eubea no han sido las únicas señales de advertencia de desastres naturales en los últimos tiempos. El 19 de mayo, los habitantes de Atenas sintieron uno de los sismos fuertes que ocurrió en la capital griega, y unas semanas antes, en Italia cerca de Nápoles, se registró un terremoto de magnitud 4,4. En ese caso, la situación tensa provocó pánico entre los residentes, aunque no se registraron daños ni heridas graves. Anteriormente, en Estambul, Turquía, se reportó un terremoto de magnitud 6,2, que generó una serie de réplicas con intensidades entre 4 y 5 en la escala de Richter. Estos acontecimientos naturales demuestran una vez más la vulnerabilidad de las regiones situadas en zonas sísimicas activas y subrayan la necesidad de incrementar los niveles de preparación y seguridad de la población para evitar pérdidas humanas y materiales en el futuro.