En Rumanía ha finalizado la segunda vuelta de las elecciones presidenciales y, por el momento, los resultados indican una tendencia significativa a favor del candidato prooccidental Nikushor Dani
Según datos de la Autoridad Electoral Central del país, tras haber procesado más del 95% de los actas de las mesas electorales en Rumanía y en el extranjero, la situación se mantiene bastante estable: el candidato de las fuerzas proeuropeas actualmente cuenta con aproximadamente el 54,2% de los votos, mientras que su oponente, el líder ultraderechista pro-ruso de AUR, George Simion, recibe alrededor del 45,8%. Esto significa que la diferencia entre los candidatos supera las 800 mil votos y, con cada nuevo recuento, esta ventaja sigue aumentando. El proceso de recuento de votos continúa y, en estos momentos, quedan sin contabilizar aproximadamente 1,8 millones de votos. Estos votos representan actualmente una parte significativa del electorado, y, considerando la escala y la rapidez del recuento, es poco probable que los oponentes puedan alcanzar la candidatura de Dani. Especialmente importante es la tendencia en el recuento de votos en los distritos en el extranjero, en particular en EE.UU. y Canadá, donde aún continúa la votación y donde un papel relevante lo desempeña el voto de la diáspora. Estos votos, teóricamente, podrían influir en el resultado final, pero, según las cifras actuales, las probabilidades de un cambio radical en la situación son mínimas. Hace poco, el candidato pro-ruso George Simion se declaró vencedor de las elecciones y afirmó que no planea aceptar la derrota. Esto provocó tensión y añadió incertidumbre al proceso electoral, ya que los datos oficiales y las estadísticas muestran otra tendencia, en favor de Nikushor Dani. Es importante señalar que los funcionarios ucranianos y moldavos han impuesto una prohibición de entrada para Simion debido a sus declaraciones y actividades pro-rusas, lo que ha generado preocupación sobre el posible impacto de estas afirmaciones en la estabilidad y los procesos políticos en la región. Los analistas resaltan que para el candidato pro-ruso la posibilidad de alcanzar a su oponente, dado el recuento de votos ya realizado, se vuelve cada vez más improbable. Sin embargo, aún se esperan los resultados finales de las elecciones, y la firma oficial de los resultados debería realizarse en los próximos días. Mientras tanto, la probabilidad de que los resultados sean cancelados o revisados debido a reclamaciones u otros procesos legales sigue siendo baja. Especialistas y observadores destacan que la victoria de Nikushor Dani reafirma la orientación proeuropea de Rumanía y envía una señal de que se mantiene la estabilidad en el país frente a los desafíos geopolíticos globales. Su triunfo puede tener repercusiones no solo en el ámbito interno, sino también en las relaciones regionales, especialmente con Rusia y los países vecinos. Por otro lado, las fuerzas pro-rusas, a pesar de su repentina popularidad en algunas regiones del país y del apoyo de una parte del electorado, pierden la posibilidad de formar una mayoría y, muy probablemente, su influencia en el corto plazo desaparecerá o se verá notablemente debilitada. El desarrollo futuro de la situación dependerá de la publicación de los resultados oficiales y de posibles impugnaciones legales. Al mismo tiempo, los analistas políticos ya estudian qué implicaciones tendrá esta victoria en el contexto de la integración europea, la seguridad regional y las reformas internas en el país. Aunque la decisión definitiva aún no ha sido tomada, ya se ha hecho lo principal: la población rumana ha decidido su rumbo proeuropeo y ha determinado su futuro en medio de las complejas condiciones geopolíticas actuales.