El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, expresó su disposición a apoyar la realización de un referéndum popular para cancelar las sanciones de la Unión Europea contra la Federación Rusa

Esta decisión ha suscitado una serie de debates y sorprendió en medio de un contexto tenso en las relaciones internacionales y los procesos políticos internos del país. Según Fico, si tal iniciativa fuera oficialmente propuesta y organizada, él apoyaría sin duda alguna la votación entre los ciudadanos. En una entrevista con la cadena de televisión eslovaca STVR, el político manifestó su postura comparando las sanciones con “la peste”, afirmando que estas medidas restrictivas dañan más a la economía europea que a su influencia en el Kremlin. El primer ministro resaltó que la incapacidad de las sanciones para avanzar hacia su objetivo es lo que le hace ser escéptico respecto a su efectividad. La siguiente pregunta se refirió al apoyo directo al referéndum — si Fico estaría de acuerdo en que se lleve a cabo si tal iniciativa fuera propuesta. En respuesta, destacó que no necesita necesariamente un referéndum para tomar una decisión, pero que bajo cualquier circunstancia apoyaría esa iniciativa sin dudas. “Si ese referéndum se realiza, lo apoyaré tranquilamente. Esa es mi postura”, afirmó. Dedicó especial atención en sus declaraciones a la historia general de las sanciones contra Moscú. Según sus palabras, las medidas restrictivas actuales, en un contexto donde el proceso diplomático y los esfuerzos de negociación entre Kyiv y Moscú aparentemente ya están mostrando los primeros avances positivos, resultan inapropiadas e incluso dañinas. “¿Cómo podemos, en un momento en que se llevan a cabo negociaciones para una solución pacífica, imponer sanciones masivas contra Rusia? Eso demuestra que muchas de las medidas del Occidente son completamente hipócritas y motivadas políticamente”, dijo Fico. Cabe recordar que a finales de abril, el presidente de Eslovaquia, Peter Pellegrini, recibió de parte del partido ultraderechista “Movimiento de Resurgimiento Eslovaco” (SHO) una petición que llamaba a realizar un referéndum para cancelar las sanciones contra Rusia. Según datos, más de 400,000 ciudadanos firmaron dicha petición, y el jefe de Estado declaró que se ocuparía del asunto y tomaría una decisión tras analizar la situación. De acuerdo con la legislación, para que los resultados del referéndum sean legítimos, al menos el 50% del electorado debe participar, y la decisión debe ser aprobada por la mayoría de los votos emitidos. Por otra parte, en marzo, Fico ya había expresado su postura respecto a las sanciones, amenazando con bloquearlas si comenzaban a perjudicar la seguridad interna y la posibilidad de alcanzar la paz en Ucrania. Entonces, insinuó que no era estratégico ni sensato aplicar mecanismos que, en lugar de cambiar la situación, solo complican la vida de los países europeos y generan tensiones sociales. En general, la posición del liderazgo eslovaco respecto a las sanciones y su posible levantamiento permanece ambigua y genera debates activos tanto en ámbitos políticos internos como en la arena internacional. El tema del referéndum, por un lado, refleja una creciente participación de la opinión pública que busca principalmente vías diplomáticas y pacíficas para resolver la situación, y por otro lado, se convierte en un campo de batallas políticas internas y juegos geopolíticos en la región.