El domingo 18 de mayo, en Roma, tuvo lugar un momento histórico oficial: el nuevo Papa de Roma, León XIV, aceptó su título y ascendió al trono de San Pedro, inaugurando una nueva era en la dirección de la Iglesia Católica

Chas Pravdy - 18 mayo 2025 12:14

Este evento no solo se convirtió en un símbolo del comienzo de un nuevo pontificado, sino que también recibió una amplia cobertura internacional, ya que León XIV se convirtió en el primer estadounidense en ocupar este alto cargo eclesiástico en la historia. La misa inaugural con motivo del inicio del pontificado de León XIV se celebró en la Plaza Principal del Vaticano, la Plaza de San Pedro. Esta reunión se convirtió en una verdadera celebración para miles de peregrinos y fieles de todo el mundo, ya que representantes de diferentes países y comunidades religiosas llegaron a Roma. Como era de esperarse, entre los invitados se encontraba el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, junto con su esposa Olena, lo que subraya la importancia y magnitud de esta ceremonia para la comunidad política internacional. Durante la homilía, que se convirtió en un momento clave de la ceremonia, el nuevo pontífice destacó la importancia de la unidad para la Iglesia y para el mundo. En particular, señaló que su actitud hacia el servicio se basa en dos principios fundamentales: el amor y la unidad. «Buscamos preservar y fortalecer la unidad de nuestra Iglesia para ser testigos y portadores de paz y reconciliación en el mundo», dijo con un alto fervor espiritual. Este mensaje pareció especialmente relevante, considerando la tensión en Ucrania y en el mundo en general. En la ceremonia de inauguración, el nuevo Papa recibió los símbolos tradicionales de autoridad: una capa de lana sobre los hombros y un anillo, que desde tiempos antiguos simboliza la solemnidad del papado y el servicio a la iglesia. El atributo adulto, el joven de 69 años, Robert Prevo, que previamente había sido cardenal designado por el Papa Francisco en 2023, lideraba la administración de la Santa Sede, responsable de la selección de obispos y la administración eclesiástica en todo el mundo, antes de su elección. Un momento especial fue la primera bendición que leyó al final del servicio dominical. En su primera aparición como jefe de la iglesia, León XIV hizo un llamamiento a la paz justa y firme en Ucrania, destacando la importancia de la diplomacia, la colaboración y la unidad espiritual para superar las situaciones conflictivas. «Rezad por la paz y por aquellos que luchan por la libertad y la integridad de nuestra tierra», señaló, poniendo en sus palabras una profunda responsabilidad espiritual y política. En general, estos eventos se convirtieron en hitos no solo para los fieles, sino también para la comunidad internacional, ya que la esperada transición en el liderazgo de la Iglesia Católica marca una nueva etapa en su historia. También refleja el deseo del Papa León XIV de unir al mundo en temas globales y morales, fortalecer los valores espirituales y participar activamente en la resolución de problemas internacionales actuales.

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