Miles de habitantes de la Franja de Gaza se encuentran al borde de una catástrofe humanitaria debido a la bloqueo por parte de Israel, que ha causado una grave escasez de alimentos y medicamentos

Los ciudadanos de la región, privados de la posibilidad de recibir la ayuda necesaria, corren el riesgo de morir de hambre en los próximos días si la comunidad internacional no toma medidas urgentes para reanudar la entrega de ayuda humanitaria. Esta alarmante situación ha generado una preocupación común en los círculos diplomáticos de la Unión Europea. El viernes 17 de mayo, siete líderes de países europeos — Islandia, Irlanda, Luxemburgo, Malta, Noruega, Eslovenia y España — emitieron una declaración conjunta en la que instaron a las autoridades israelíes a cesar de inmediato las acciones militares en Gaza y a crear condiciones para un acceso sin obstáculos de las organizaciones humanitarias internacionales a la región afectada. «No podemos ignorar la catástrofe humanitaria de origen artificial que se desarrolla ante nuestros ojos en Gaza. En las últimas semanas, más de 50.000 personas — mujeres, hombres y niños — han perdido la vida. Aún más residentes corren el riesgo de morir de hambre en los próximos días y en los días venideros si no se toman medidas inmediatas», indica la declaración conjunta de los líderes. La amenaza de hambruna en Gaza se ha vuelto especialmente aguda esta semana, cuando el Programa Mundial de Alimentos de la ONU advirtió que aproximadamente 470.000 residentes de la zona ya están al borde de una catástrofe debido al bloqueo en la entrega de ayuda humanitaria y la prohibición israelí oficial. Según datos del PMA, se ha prohibido la entrada de más de 116 mil toneladas de alimentos en el sector, lo que representa un problema sin precedentes para la supervivencia de los habitantes locales. En respuesta, Israel ha iniciado la construcción de nuevos centros para la distribución de recursos humanitarios. Sin embargo, esta iniciativa ha sido criticada por la comunidad internacional, ya que, según el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Sa'ar, estos centros permitirán prevenir robos de ayuda y aseguraron que «Hamas ya no debe beneficiarse de ella». No obstante, los críticos insisten en que tales medidas no resuelven el problema y podrían ser utilizadas para maniobras políticas. Al mismo tiempo, los diplomáticos expresan su preocupación por posibles intentos de las autoridades israelíes de forzar el desplazamiento de palestinos desde Gaza y la Ribera Occidental del río Jordán. La delegación de líderes europeos enfatizó que cualquier expulsión forzada de población es una violación grave del derecho internacional y es inaceptable en el mundo actual. «Cualquier intento de cambios étnicos o de desplazamiento forzado de la población palestina, sin importar los medios, viola las normas y valores internacionales. Condenamos enérgicamente tales acciones y hacemos un llamado a todas las partes a abstenerse de violar los derechos humanos. Esto destruye la perspectiva de paz y seguridad en la región», subrayaron los diplomáticos europeos. En este momento crítico, la comunidad internacional llama a tomar acciones rápidas y decididas para detener las hostilidades y restablecer el acceso humanitario. Los líderes europeos enfatizan que la responsabilidad de preservar la vida y la dignidad de los civiles recae en todos los países y en la comunidad mundial en general, y que solo mediante esfuerzos conjuntos se puede prevenir esta catástrofe humanitaria, que ya comienza a destruir generaciones enteras sin ambiciones políticas.