Ursula von der Leyen: Putin no está dispuesto a la paz, hay que intensificar las sanciones

Antes del inicio de la cumbre de la Comunidad Política Europea que se celebra en Tirana, la principal diplomática europea, Ursula von der Leyen, hizo una declaración en la que expresó enérgicamente su postura acerca de las intenciones y acciones del líder ruso, Vladimir Putin. Según sus palabras, los últimos pasos del Kremlin indican su falta de voluntad para resolver el conflicto por vía diplomática y avanzar hacia la paz. Ella insistió en que, para lograr ese objetivo, es necesario fortalecer las medidas sancionadoras contra Moscú, ya que en este momento no hay un marco temporal definido para las negociaciones de paz. Ursula von der Leyen subrayó que anteriormente Putin utilizaba una retórica de paz, pero esas declaraciones no correspondían con sus acciones. En particular, a principios de mayo, el presidente ruso hizo un llamado al cese del fuego, justo en vísperas del Día de la Victoria del 9 de mayo. Sin embargo, a los pocos días, Putin renegó de esa promesa, emprendiendo un camino de escalada del conflicto. Un punto importante fue que Ucrania, con el apoyo de la Unión Europea y Estados Unidos, pidió un alto el fuego unilateral e incondicional de 30 días para facilitar las negociaciones. Putin ignoró esta solicitud, centrándose en continuar con las hostilidades. Un aspecto especialmente relevante de la cumbre es la propuesta que se anunció: supuestamente, Putin propuso mantener negociaciones bilaterales entre Ucrania y Rusia en Turquía. Volodymyr Zelensky estuvo dispuesto a reunirse, pero el presidente ruso no acudió a las negociaciones. Esto, según Von der Leyen, confirma una vez más la verdadera intención del Kremlin: evitar la paz y mantener el conflicto hasta que sea insostenible. “La negativa a reunirse y el desprecio por las llamadas a la paz demuestran que Putin no busca una resolución diplomática del conflicto”, afirmó. Ante esta situación, la Unión Europea anunció su intención de imponer un nuevo paquete de sanciones, que fortalecerá las restricciones existentes. Estas medidas incluirán sanciones contra los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2, que afectan significativamente la seguridad energética de Rusia y la UE. Además, planean ampliar la lista sancionadora para incluir más buques de la llamada “flota sombra” del Kremlin, que se dedica a evadir las prohibiciones, así como introducir limitaciones en los precios del petróleo, incluyendo la reducción del tope superior del precio del petróleo ruso. Otro aspecto importante será ampliar las sanciones al sector financiero ruso para aumentar la presión económica y forzar al Kremlin a volver a la mesa de negociaciones. “Nosotros buscamos la paz, pero para lograr ese objetivo hay que intensificar la presión — declaró Ursula von der Leyen —. Mientras el presidente ruso no muestre disposición a comprometerse y cese su agresión, nuestras medidas seguirán fortaleciéndose. Solo mediante presión económica y política podremos obligarlo a cambiar su postura y volver a las negociaciones diplomáticas”. Respecto a las expectativas para la cumbre de la Comunidad Política Europea, los expertos coinciden en que el tema principal será precisamente el refuerzo de sanciones contra Moscú. Este es ya el segundo foro similar dentro del marco de la CEP — la anterior se realizó en noviembre de 2024 en Budapest, donde los participantes sentaron las bases para mayor presión sobre Rusia. La agenda ahora se centra en medidas concretas de carácter legal y económico destinadas a acelerar el proceso de cese de la guerra y retomar la vía diplomática. Dadas las actividades militares y los desafíos diplomáticos, aumenta la expectativa de que en esta cumbre se presente una nueva estrategia de la Unión Europea para luchar contra la agresión de Rusia. El fortalecimiento de las sanciones y la presión política deben demostrar que la UE permanece unida en la defensa de los estándares internacionales de paz y seguridad. Los participantes en la comunidad subrayan que estas medidas radicales no solo son necesarias para apoyar a Ucrania, sino también como una señal clara para el Kremlin: la agresión militar y la ignorancia de las vías diplomáticas no permanecerán sin consecuencias.