La SBU ha descubierto un traidor en las filas de las Fuerzas Armadas de Ucrania: un agente del FSB al servicio del enemigo bajo la cubierta de una unidad de combate de las Fuerzas Armadas de Ucrania

El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) realizó un hallazgo impactante: en un destacamento militar ucraniano se arrestó a un agente de los servicios secretos rusos, que utilizó su estatus oficial para cometer traición y perjudicar la seguridad nacional. Como resultado de actividades de inteligencia y operativas, las fuerzas del orden detuvieron a un hombre de 31 años, quien, bajo las instrucciones de un supervisor desde Moscú, llevó a cabo varias acciones dirigidas a destruir posiciones ucranianas y desorganizar las fuerzas defensivas del país. Según la información de la agencia de prensa de la SBU, lograron identificar y detener al atacante en Járkov, donde huyó, violando la disciplina militar, desde su unidad. Resultó que el hombre cumpliría el papel de informante completo de los servicios secretos rusos, transmitiendo coordenadas de las fuerzas militares ucranianas en la dirección de Kursk y facilitando ataques precisos del enemigo contra sus puntos de apoyo. Como resultado de las investigaciones, se aclaró que el hombre estaba en complicidad con supervisores rusos y recibía repetidamente indicaciones sobre métodos efectivos de actividad de inteligencia. Una amenaza particularmente peligrosa residía en que el traidor creó un acceso remoto para el FSB a su teléfono móvil, permitiendo a los ocupantes monitorear su geolocalización en tiempo real. Según la investigación, este canal permitió a los rusos coordinar golpes sobre objetivos militares ucranianos en vivo, mediante un “señalizador vivo”, es decir, un "topo". Antes de los bombardeos, el centro ruso alertaba al topo sobre los planes, indicando cuándo abandonar el área de impacto. Los detalles representan un peligro especial para los defensores ucranianos: el detenido sería no solo un informante, sino también una posible "objetivo vivo" para ataques destructivos debido a su traición. Tras varios intentos por salvar su vida y evitar un castigo, abandonó de manera no autorizada una unidad militar y, desde Járkov, intentó huir a la Federación Rusa. Su entrega fue llevada a cabo por agentes de los servicios secretos, quienes localizaron y arrestaron al sospechoso. Durante las inspecciones, se decomisó al detenido un teléfono móvil en el que se encontraron pruebas de colaboración con el enemigo y mensajes de insultos, junto con datos relacionados con sus actividades de inteligencia. Sobre esta base, las autoridades informaron al traidor sobre la sospecha de alta traición — artículo 111 del Código Penal de Ucrania, parte 2, que prevé penas hasta cadena perpetua. Actualmente, el hombre está bajo prisión preventiva en una celda de detención, y el caso se está juzgando en el marco de una investigación penal. Esta no es la única operación de este tipo, ya que hace varias semanas, el 14 de mayo, la SBU ya desenmascaró a otro traidor en la región de Poltava, que entregaba información sobre hospitales militares, sistemas de defensa antiaérea y otra infraestructura militar importante al enemigo. Estos actos de traición dejan una huella sangrienta en la historia moderna del país, resaltando la gravedad y escala de la lucha de los servicios especiales ucranianos contra amenazas internas y externas. La defensa del territorio ucraniano y sus intereses estatales siempre ha sido y sigue siendo una prioridad principal para las autoridades, que continúan trabajando para descubrir y neutralizar cualquier manifestación de traición y intervención extranjera, luchando por la seguridad y la soberanía del estado.