El Instituto de Estudio de la Guerra (ISW): Rusia renuncia de manera no oficial a la búsqueda de un compromiso durante las negociaciones en Estambul

Chas Pravdy - 16 mayo 2025 03:40

Los analistas del Instituto de Seguridad Global (ISW) expresan una profunda preocupación por el curso de las negociaciones entre Rusia y Ucrania que tuvieron lugar en Estambul. Según su análisis, el Kremlin evita deliberadamente cualquier acuerdo diplomático genuino y busca únicamente prolongar la guerra, cuyo objetivo es expandir Kyiv y forzar la capitulación de Ucrania bajo la presión de Rusia. Según el estudio, la delegación rusa que participó en las negociaciones en Estambul en mayo de 2025 difiere considerablemente de la que representó a Rusia en 2022. Una gran parte de sus miembros son los mismos altos cargos que estaban en la delegación a finales de la década pasada. De particular interés es que Vladimir Medinski, asistente del presidente ruso Vladimir Putin, fue oficialmente anunciado como quien encabezaría las negociaciones rusas en Estambul este año. Esto genera inquietudes sobre la orientación de la delegación moscovita, dado que Medinski es conocido por sus partidarios del régimen de Putin y por su actividad informal en contra de cualquier compromiso. El informe del Instituto destaca que el diplomático ruso asocia directamente las negociaciones de mayo de 2025 con el inicio del proceso de negociaciones en Estambul en 2022, cuando Rusia impuso a Ucrania condiciones que equivalían a su capitulación definitiva. Esto evidencia que el Kremlin tiene la intención de volver a esas demandas intransigentes, jugando con el hecho de que en estos tres años de guerra Ucrania ha cambiado significativamente en el frente: a pesar de las dificultades, las fuerzas ucranianas lograron liberar las regiones ocupadas de Járkov y Jersón, detener el avance ruso en el este y el sur, y su nivel de preparación combatiente ha aumentado notablemente. Según los expertos, el principal objetivo de Medinski es crear la ilusión de que las negociaciones de mayo de 2025 son una continuación de iniciativas fallidas anteriores. A su juicio, esta narrativa busca legitimar las demandas rusas de capitulación de Ucrania, a pesar de las pruebas en el campo de batalla que muestran que las fuerzas ucranianas actualmente tienen una posición más fuerte que en abril de 2022, y que las tropas rusas se han debilitado considerablemente por las bajas y el bajo nivel de entrenamiento de los reclutas. Los autores del informe subrayan que esta postura de Rusia confirma su incapacidad para ofrecer compromisos justos y reales. Los esfuerzos de Ucrania, EE. UU. y los socios en Europa están dirigidos a lograr condiciones para un alto el fuego estable y duradero, que sirva como base para futuras negociaciones y una seguridad prolongada de Ucrania. En cambio, las formulaciones de Medinski muestran la voluntad de Moscú de no hacer concesiones, manteniendo la presión y continuando con una política de máxima resistencia. Al analizar el frente informativo, los analistas también se centran en la guía con la que los medios rusos se familiarizaron con el Kremlin respecto a la cobertura de las negociaciones en Estambul. En el documento se señala que Rusia pretende presentar su poder militar y éxitos —incluido, probablemente, una mejora en la situación en el campo de batalla— como argumentos relevantes y convincentes, ignorando los desafíos reales que enfrenta su ejército. Para ello, se utilizan declaraciones sobre las “peores” condiciones para Ucrania en 2025 en comparación con 2022, como intento de justificar la victoria definitiva de Rusia en el combate y de minimizar las pérdidas militares propias, así como disminuir la importancia de los logros ucranianos. En general, los expertos concluyen unánimemente que la insistencia constante de Rusia en sus demandas intransigentes demuestra su deseo de lograr la capitulación total de Ucrania. Desde su perspectiva, este enfoque evidencia que Moscú prácticamente no tiene intención de iniciar un diálogo constructivo y continúa usando medios militares para alcanzar sus objetivos: destruir completamente la independencia de Ucrania y someter al país bajo su esfera de influencia. Esto constituye una señal preocupante para la comunidad internacional y para la sociedad ucraniana, que cada vez más consciente de que la diplomacia sigue bajo la presión de fuerzas que buscan mantener el status quo en forma de una victoria total o parcial de Moscú.

Source