En la noche del 15 de mayo, los ocupantes rusos comenzaron nuevamente ataques masivos en el norte de Ucrania, causando golpes en varias regiones, en particular en las regiones de Sumy y Dnipró
Esto provocó incendios de gran escala, daños en viviendas, objetos de infraestructura y vehículos. La información de los lugares de los incidentes y de fuentes oficiales confirma que la situación mantiene una tendencia de aumento de la crisis humanitaria y requiere medidas urgentes para la protección de la población. Según los informes de la Administración Militar Regional de Sumy, en la noche los rusos realizaron un ataque masivo contra una de las comunidades de la región. Aproximadamente diez drones kamikaze combatientes fueron lanzados contra objetos civiles en la vista de los ocupantes. Como resultado de los impactos, se originó un incendio potente en el lugar, que afectó viviendas y construcciones agrícolas. Los trabajadores del Servicio Estatal de Emergencias trabajan en el lugar desde la noche, combatiendo el fuego y eliminando las consecuencias del ataque. Según información preliminar, por el momento no se han registrado víctimas en esta serie de golpes, pero los daños son significativos. La situación no es menos tensa en Dnipró. Como informa el jefe de la Administración Militar Regional, Serhiy Lysak, en su canal de Telegram, la noche del 14 de mayo estuvo marcada por ataques de artillería y drones en la comunidad de Hryshyne del distrito de Synelnykove. Los sistemas de misiles de artillería de alcance extralargo y los drones llevaron a ataques de gran calibre, resultando en la destrucción parcial del centro cultural. El incendio, provocado por las explosiones, fue rápidamente controlado por los bomberos. Además, más de diez viviendas privadas, varias tiendas y autos resultaron dañados por los ataques. Según Lysak, las consecuencias de los impactos provocaron daños importantes y generaron dificultades adicionales para la población local. Por añadidura, en la noche del 15 de mayo, los ocupantes intensificaron los ataques en la región de Nikopol. Allí, los rusos utilizaron artillería y drones para destruir infraestructura y asustar a los civiles. Como resultado de los ataques, se destruyeron edificios de viviendas multifamiliares, jardines de infancia, viviendas particulares y autos. El uso de drones y proyectiles causó daños psicológicos y materiales considerables en la región, que desde hace tiempo se ha convertido en blanco del terror por parte de los represores. En general, la situación sigue siendo tensa. Los servicios de seguridad y emergencias de Ucrania están haciendo todo lo posible para localizar los efectos de los ataques y proteger a los civiles. Los habitantes locales están en un estado de alarma constante y esperan nuevos golpes, ya que la información sobre los ataques se publica a diario. Las autoridades llaman a los residentes a estar atentos, seguir los comunicados oficiales y limitar al máximo la presencia en espacios abiertos durante las horas vespertinas y nocturnas. Estas acciones criminales del ejército ocupante demuestran claramente su intención de atemorizar y destruir a la población ucraniana, destruir infraestructura y profundizar la crisis humanitaria en las regiones. Sin embargo, los defensores ucranianos continúan luchando por la seguridad y la paz en el país, enfrentando tareas difíciles de recuperación y estabilización de la situación. Los servicios responsables ya trabajan en fortalecer la defensa y asegurar los recursos necesarios para ayudar a los afectados, ya que el futuro depende de nuestra capacidad de resistir y hacer frente a la agresión.