En Catar negó la información sobre el regalo a Trump: se trata de un «acuerdo intergubernamental», y no de un regalo directo

En círculos diplomáticos todavía se discute sobre la posible transferencia de un avión moderno para el presidente estadounidense Donald Trump, pero los representantes oficiales de Catar insisten en que no se trata de un regalo directo, sino de la firma de un «acuerdo entre gobiernos». Esta posición fue expresada por el primer ministro y ministro de Asuntos Exteriores del Reino, el jeque Mohammed bin Abdulrahman bin Jassim Al Thani. En una entrevista a la cadena CNN, indicó que estamos hablando exactamente de un acuerdo estatal, y no de una transferencia comercial o un regalo por parte del gobierno catarí. Según el funcionario, el proceso de negociación sobre este asunto aún continúa, y ambas partes — tanto Doha como Washington — lo están discutiendo activamente. Al expresar su posición, el ministro Al Thani afirmó: «Se trata de un acuerdo intergubernamental muy simple. El Ministerio de Defensa del país y el Departamento de Defensa de Estados Unidos están actualmente negociando la transferencia de uno de nuestros nuevos aviones Boeing 747-8, que posteriormente podría utilizarse como Air Force One. Todas estas cuestiones están en proceso de revisión legal, y ambas partes buscan garantizar su legitimidad». Resaltó que este acuerdo es estrictamente un contrato entre estados y no tiene relación con personalidades de las dos naciones. «Es un acuerdo intergubernamental que se desarrolla sin violar las normativas legales. Las conversaciones sobre las posibilidades están a nivel de los gobiernos, y el proceso detallado aún continúa», subrayó Al Thani. Sin embargo, confirmó que si en la etapa de justificación legal el acuerdo se considera ilegal, la parte catarí probablemente retirará su propuesta. «No haremos nada que contravenga las leyes y normativas internacionales. Es un intercambio transparente entre los gobiernos de ambos países», enfatizó el ministro. Al Thani también negó cualquier preocupación respecto a las intenciones de la capital del Golfo Pérsico de adquirir influencia en EE. UU. a través de este contrato. Según su opinión, en Catar no ven esta necesidad. «¿Por qué deberíamos influir artificialmente en la política de Estados Unidos? Durante los últimos diez años, Catar ha apoyado al máximo a EE. UU. en sus esfuerzos internacionales. Estuvimos junto a ellos en la lucha contra el terrorismo, durante la evacuación de Afganistán y en el proceso de liberación de rehenes», afirmó. Según Al Thani, las relaciones amistosas entre ambos países se basan en la confianza y el apoyo mutuo, y la cooperación diplomática con Estados Unidos forma parte de la política exterior de Catar. El ministro añadió que Doha siempre ha buscado estar del lado de EE. UU., ayudándolos en situaciones difíciles, ya que ambos países comparten valores e intereses comunes. «Creemos que una amistad así debe ser mutuamente beneficiosa, y el apoyo mutuo es la base de relaciones a largo plazo», concluyó. En respuesta a estas declaraciones oficiales, anteriormente circularon informaciones de que la administración estadounidense ya habría recibido un avión Boeing 747-8 como regalo por parte del gobierno catarí. Según la primera publicación, este avión moderno, considerado uno de los más grandes y cómodos de su clase, tendría un costo cercano a 400 millones de dólares. Sin embargo, posteriormente se supo que el precio real de la transferencia del avión podría superar los 400 millones previamente anunciados y llegar a más de mil millones de dólares, lo cual complica significativamente las perspectivas de dicha operación y plantea preguntas adicionales por parte de analistas independientes y organizaciones de derechos. En resumen, la situación en torno a una posible «dote» para Trump en forma de un avión privado moderno sigue siendo incierta y tensa. El gobierno oficial de Catar insiste en que se trata de una coordinación diplomática y un acuerdo entre gobiernos sin intereses personales ni financieros. Esto vuelve a destacar la importancia de entender correctamente los procesos diplomáticos e internacionales, que pueden parecer un «regalo» pero que en realidad no siempre reflejan su verdadera naturaleza.