La parte rusa ha anunciado oficialmente la composición de la delegación que viajará a Turquía para participar en las negociaciones programadas con la parte ucraniana
Sin embargo, entre los participantes en el proceso de negociación no estará el principal actor — el presidente Vladimir Putin. Esto ha sido una sorpresa para los analistas y un mensaje que subraya un cambio en el formato y en los enfoques desde el lado ruso respecto a los contactos diplomáticos sobre la resolución del conflicto en Ucrania. Según datos oficiales aprobados por el servicio de prensa del Kremlin en la noche del 14 de mayo, en la delegación para las negociaciones en Turquía no figura directamente el presidente de Rusia, lo que puede indicar un cambio en el estatus o en la estrategia de Moscú respecto a estas negociaciones. En este contexto, los especialistas observan cada vez más una fase nueva en las relaciones diplomáticas entre Rusia y Ucrania, que probablemente implica un enfoque más indirecto. Se ha encomendado a Vladimir Medinsky, asesor de Putin, liderar la delegación, quien tiene una larga historia de trabajo en el ámbito político y administrativo ruso y cumple el papel de consejero principal del presidente en asuntos de política interna y exterior. Los cargos de los otros participantes de la delegación confirmados reflejan su alto estatus: entre ellos están Mijail Galuzin — viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, responsable de los contactos diplomáticos en el nivel más alto; Igor Kostyukov — jefe del Departamento Principal del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, quien responde directamente por el aspecto militar de las negociaciones; y Aleksandr Fomin — viceministro de Defensa. Todos ellos tienen una experiencia significativa y una influencia importante en las estructuras corporativas y militares de Rusia. También formarán parte de la delegación representantes de otros departamentos, lo que indica la seriedad de la preparación y el amplio rango de intereses de la parte rusa en este proceso diplomático. La gran pregunta ahora es qué papel jugará Moscú en estas negociaciones, si apostará por la diplomacia y la contención, y cómo esto influirá en el desarrollo futuro del conflicto. Teniendo en cuenta que Putin no participará personalmente en este viaje, el nivel y carácter reales de las negociaciones pueden cambiar: desde una influencia directa del liderazgo — hasta un papel más distante de los representantes, que cumplirán órdenes del alto mando. Esto puede ser consecuencia de factores políticos y diplomáticos, como cambios en el discurso interno y en las relaciones internacionales, así como de una estrategia de Moscú para mostrar voluntad y delegar parte de las funciones negociadoras a sus subordinados. Mientras tanto, en Turquía, considerando la atención internacional, se están preparando para llevar a cabo las negociaciones, las cuales podrían convertirse en un punto clave en el conflicto en curso. La reacción de Ucrania y de otros participantes — tanto oficiales como opositores — ante esta nueva configuración diplomática y frente al cambio en el formato, en particular, la ausencia de Putin en la lista de participantes, será importante. Según los analistas, esto también puede indicar un intento de Rusia de mantener la apariencia en el escenario internacional y evitar asumir responsabilidades directas por las consecuencias, al mismo tiempo que busca mantener sus posiciones estratégicas y obtener nuevas oportunidades diplomáticas. Este escenario también plantea dudas sobre las futuras negociaciones y sus posibles resultados, ya que la ausencia del líder del Kremlin en la delegación envía una señal clara a todos los participantes: la táctica de liderazgo a distancia reemplaza la participación directa de alto nivel. Por lo tanto, los eventos relacionados con la reestructuración de los formatos de negociación y la "ausencia de Putin" en este proceso indican claramente un nuevo nivel en la complejidad del proceso diplomático, lo cual plantea muchas preguntas para el lado ucraniano y para la comunidad internacional en general. Es evidente que las próximas negociaciones en Turquía serán una prueba importante para la diplomacia rusa y su capacidad para hacer concesiones o para favorecer errores en las relaciones entre Ucrania y Rusia.