Los ocupantes rusos mantienen en secreto a 13 trabajadores de la Energía Nuclear de Zaporizhzhia, lo que genera una grave preocupación en el sector energético ucraniano y en la comunidad internacional
Esto se conoció a partir de fuentes oficiales de "Energoatom", que informaron que al menos 13 empleados de la mayor central nuclear de Europa se encuentran en detención ilegal en territorio ocupado. Según la información de la НАЕК en su canal de Telegram, la situación en la central de Zaporizhzhia continúa siendo tensa desde el inicio de la ocupación temporal de la planta por parte de las fuerzas rusas. Es evidente que los ocupantes rusos están ejerciendo una presión sin precedentes sobre aquellos empleados que se niegan a colaborar y a firmar contratos con el "Rosatom" ruso, intensificando deliberadamente las prácticas de intimidación y coacción. Desde el comienzo de la ocupación, aproximadamente cinco mil profesionales han logrado abandonar Energodar, la ciudad en la que se encuentra la central, y "Energoatom" está trabajando activamente para reubicar a estos empleados en otras divisiones de la empresa estatal, protegiendo así sus puestos de trabajo. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, persiste un grupo de empleados que los ocupantes rusos mantienen en cautiverio sin fundamentos legales. En concreto, se trata de al menos 13 trabajadores de la central. De ellos, siete ya han sido "condenados" a prisión, otros tres permanecen en cárceles a la espera de "sentencias" de los ocupantes. Tres más han desaparecido sin dejar rastro y se consideran desaparecidos; su paradero sigue siendo desconocido. Esto provoca una preocupación aguda por la seguridad y la vida de los empleados de la industria atómica, especialmente en un contexto de total inestabilidad en la región. Mientras tanto, la historia de la brutalidad de Rusia hacia los trabajadores nucleares no se limita solo a las detenciones. Se sabe que al inicio de la invasión a gran escala, los ocupantes torturaron hasta la muerte al buceador de la ZNPP Andriy Honcharuk. Este acto violento evidenció claramente que Rusia no se detiene ante ningún medio para lograr sus objetivos — incluso los más brutales y atroces. Al mismo tiempo, la central permanece bajo control militar constante. En sus instalaciones hay vehículos militares rusos, armas peligrosas y el equipo se degrada cada vez más debido a la presencia hostil y no protegida. Los especialistas señalan que el deterioro del estado técnico de los equipos pone en riesgo un posible reinicio seguro de la planta en el futuro, y que cualquier posible retorno a operaciones pacíficas parece actualmente fuera de alcance. "Energoatom" exige con urgencia la liberación inmediata de todos los empleados de la central que se encuentran en ilegal detención. En sus declaraciones oficiales, subrayan que la central de Zaporizhzhia debe volver bajo la gestión de su operador legítimo, es decir, la empresa estatal ucraniana "Energoatom", y que las fuerzas y equipos rusos deben ser completamente retirados del territorio. Según los expertos, esta es la única vía para garantizar la seguridad nuclear y radiológica — tanto para Ucrania como para todo el continente, ya que cualquier negligencia en este ámbito podría ocasionar consecuencias catastróficas. Los profesionales energéticos de Ucrania hacen un llamado a que la comunidad internacional escuche y actúe en favor de una rápida y absoluta liberación de los trabajadores en cautiverio. Exigen la desocupación inmediata de la central de Zaporizhzhia, su retorno al control de las autoridades ucranianas y la retirada completa de las fuerzas militares del sitio. Esto es la única garantía de seguridad para la planta nuclear y la estabilidad de la región, aspectos cruciales para la seguridad energética de Ucrania y del mundo entero.