Las Fuerzas de Operaciones Especiales de las Fuerzas Armadas de Ucrania vuelven a demostrar su alta destreza y eficacia en la lucha contra la agresión rusa, destruyendo un sistema de defensa antiaérea estratégico y de gran importancia, el sistema de misiles Buk-M3, así como un sistema de lanzacohetes múltiples «Uragán-1»
Según fuentes oficiales, estos sistemas de armas fueron destruidos por drones de asalto durante una operación especial en una de las áreas críticas del frente. La inteligencia y la vigilancia operativa de las Fuerzas de Operaciones Especiales permitieron identificar la ubicación de los objetivos —dos poderosos sistemas de armas que pertenecen a los principales medios de defensa aérea del enemigo. Se informa que el sistema Buk-M3 tiene un valor aproximado de 45 millones de dólares estadounidenses, y su destrucción representa un golpe significativo a la infraestructura militar rusa, reduciendo sustancialmente la capacidad de los ocupantes para defenderse en el aire y controlar áreas importantes. Los operadores de las fuerzas especiales sabían que el enemigo mantendría estos sistemas en turno de combate, ya que garantizan la protección del espacio aéreo y tienen la capacidad de atacar objetivos no solo en el aire, sino también en tierra y agua. Por ello, tras realizar una cuidadosa inteligencia, las fuerzas ucranianas emplearon modernos drones de ataque para atacar los objetivos. Se sabe que la rápida y coordinada preparación permitió a las tripulaciones lanzar los drones, que impactaron con precisión en los objetivos planificados en el primer intento. Según estimaciones preliminares, el sistema Buk-M3 quedó completamente destruido junto con su munición, lo que complicó notablemente el sistema de defensa ruso. Recordemos que ya el 12 de mayo, el mando de las Fuerzas de Operaciones Especiales de las Fuerzas Armadas de Ucrania informó sobre otro logro importante: la eliminación de ocho militares rusos durante una misión de reconocimiento. En ese momento, las tropas ucranianas actuaban en la línea del frente de combate, previniendo ataques potenciales y garantizando la seguridad de sus posiciones. La destrucción de sistemas tecnológicos avanzados del enemigo, como el Buk-M3 y el sistema de artillería de cohetes "Uragán-1", confirma una vez más el alto nivel de preparación de los operadores especiales ucranianos, su capacidad para reaccionar rápidamente y realizar golpes precisos sobre objetivos militares clave del adversario. Esta es ya la tercera serie de operaciones exitosas que han debilitado significativamente el potencial militar de Rusia en frentes críticos, siendo un paso importante en el camino hacia recuperar el control de los territorios ocupados. Al mismo tiempo, los defensores ucranianos mantienen su enfoque en continuar acciones activas para debilitar al enemigo al máximo y consolidar posiciones para la futura liberación de tierras ucranianas. El uso de tecnologías modernas y el alto nivel de entrenamiento de los operadores especiales demuestran que Ucrania es capaz de resistir seriamente y causar pérdidas significativas a la maquinaria militar rusa en varias direcciones del frente.