La Unión Europea se prepara para una nueva etapa de reforzamiento de las medidas restrictivas contra Rusia, planeando el lanzamiento del paquete de sanciones número 18 en respuesta a la agresión prolongada y las acciones del Kremlin

Así lo informó en una rueda de prensa tras la reunión del Consejo de la UE sobre economía y finanzas en Bruselas el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Economía, Valdis Dombrovskis. Según sus palabras, el trabajo en el paquete de sanciones 18 comenzará después de completar el trabajo sobre el paquete 17. Dombrovskis aseguró que la Comisión Europea está claramente decidida a continuar ejerciendo presión sancionatoria sobre Rusia, desarrollando nuevos mecanismos de restricciones y medidas en esta línea estratégica. Subrayó que la UE sigue planeando fortalecer las sanciones, enfocándose en un impacto más profundo en las principales fuentes de ingresos de Moscú. Al hablar sobre posibles ámbitos para una presión adicional, el vicepresidente de la Comisión Europea observó que la mayor fuente de ingresos para Rusia es la exportación de combustibles fósiles, especialmente petróleo y gas. Por ello, el principal esfuerzo de la UE ahora está en limitar la importación de carbón ruso, así como imponer restricciones en el suministro de petróleo. La comunidad europea, en colaboración con socios del G7, trabaja activamente en establecer un límite superior de precio para el petróleo ruso, con el fin de evitar la evasión ilegal del embargo a través de la flota clandestina de Rusia. Dombrovskis destacó que Europa también ha presentado una estrategia para la eliminación gradual de las compras de gas natural ruso, con el fin de reducir la dependencia y privar al país agresor de una fuente importante de financiamiento. Sin embargo, añadió que Rusia busca nuevos mercados para sus recursos energéticos, y aunque esto ayuda a reducir sus ingresos a corto plazo, esos países pagan mucho menos por ellos que los países europeos tradicionalmente han consumido. Un papel destacado en la resistencia a la agresión rusa lo desempeña Polonia, que actualmente preside la Comisión de la UE. El ministro de Finanzas de ese país, Andrzej Dudański, señaló que el futuro de la economía rusa depende directamente de las exportaciones de energéticos, la principal fuente de ingresos del Kremlin. Según sus palabras, la estrategia más efectiva para limitar los recursos financieros de la máquina militar rusa es precisamente restringir las exportaciones de combustibles fósiles. Dudański subrayó que todo el paquete de sanciones anterior y las nuevas iniciativas de la Comisión Europea están dirigidas precisamente a ese objetivo: reducir los beneficios de Rusia a través de la exportación energética. En particular, se trata de la estrategia reciente para detener las entregas de gas natural ruso a la UE en varias etapas. Al mismo tiempo, el ministro polaco resaltó que Europa sigue trabajando en mecanismos adecuados para aumentar la presión sobre Rusia, tanto mediante la introducción de nuevas restricciones como en la mejora de su implementación. Esto es importante para luchar contra el evasión de sanciones y evitar su circumventación ilegal mediante diversas maniobras y tácticas navieras. Recordemos que el trabajo en el paquete 17 de sanciones comenzó a fines de abril, cuando los representantes de la UE comenzaron a discutir posibles medidas destinadas principalmente a intensificar la presión sobre la sociedad ucraniana y la maquinaria militar de Moscú, así como a contrarrestar la flota clandestina y los esquemas oscuros de transporte de mercancías rusas. Se había previsto que este paquete de sanciones pudiera aprobarse ya el 20 de mayo durante una sesión del Consejo de la UE en el exterior. En conclusión, la Unión Europea ha definido y mantiene un rumbo estratégico hacia el refuerzo de la presión sobre Rusia, principalmente a través de medidas económicas y restricciones destinadas a detener la financiación de la guerra y deshacer los mecanismos económicos del Kremlin. Las próximas semanas mostrarán qué tan efectivas serán estas acciones diplomáticas y económicas en la reducción de la agresividad y en el apoyo a la paz y estabilidad en la región.