En la dirección de Limán, las fuerzas militares ucranianas lograron una nueva victoria: capturaron a un ciudadano de Uzbekistán que tenía relación directa con la guerra ruso-ucraniana

Chas Pravdy - 13 mayo 2025 12:20

Esto ocurrió durante intensos combates en el este del país, cuando nuestros defensores repelieron eficazmente al enemigo y destruyeron sus posiciones en tierra. El prisionero — un hombre llamado Umit, probable residente de Uzbekistán — se convirtió en símbolo de los nuevos desafíos que enfrenta el ejército ucraniano en su resistencia a la agresión rusa. Según información oficial recibida de fuentes en la 63ª Brigada Mecanizada Separada "Leones de Acero", las tropas ucranianas detuvieron a Umit durante operaciones de contraofensiva cerca de Limán. La persona capturada tuvo la oportunidad de contar en detalle sus motivos y circunstancias de su participación en el combate. Se afirma que fue reclutado para participar en combates al lado del ejército ruso, y que las promesas y argumentos del enemigo resultaron ser bastante atractivos para él. Según el propio detenido, su historia es bastante inusual. Umit informó que aceptó servir en las fuerzas rusas a cambio de obtener la ciudadanía rusa — una propuesta que aceptó durante un período de transición. Le prometieron que después de un año de servicio obtendría la ciudadanía rusa, así como una recompensa en dinero de 2 millones de rublos. Al mismo tiempo, confesó que no tenía experiencia militar previa: no sirvió en ningún ejército y era un ciudadano civil pacífico. Tras su reclutamiento, Umit fue enviado a asaltar las posiciones ucranianas, pero justo durante el combate ocurrió una situación imprevista. El hombre se perdió en el caos de la batalla, minimizando sus riesgos, y accidentalmente se encontró en las fronteras ucranianas, donde fue detenido de inmediato por las fuerzas ucranianas. Según el propio prisionero, esta experiencia fue un golpe y una decepción para él. «Yo fui un tonto. No pensaba que todo terminaría así. Creía que la guerra era simplemente un servicio y luego todo acabaría. Pero resultó que hay que matar a una persona. Eso es inaceptable para mí. No quiero matar ni destruir mi país. No puedo hacer eso», confesó durante el interrogatorio. Al expresar sus motivos y su deseo de cambiar su actitud hacia la guerra, Umit subrayó que su principal deseo es regresar a su patria y olvidar esta experiencia. Sin embargo, las fuerzas ucranianas consideran este caso como una muestra adicional de la participación extranjera en combate del lado del ejército ruso y como un recordatorio importante de las dificultades para luchar contra la infiltración de ciudadanos extranjeros en el conflicto. Esta historia destaca la complejidad y los múltiples aspectos de la guerra actual, sus desafíos y las vidas humanas que a menudo terminan al otro lado del frente, independientemente de su nacionalidad. Ucrania hace todo lo posible para garantizar la seguridad de sus ciudadanos y detener a los mercenarios extranjeros que intentan aprovechar cualquier oportunidad para involucrarse en la guerra. Al mismo tiempo, el caso de Umit vuelve a demostrar lo intrincado que puede ser este conflicto y la importancia de actuar en niveles estratégicos y humanitarios para lograr la justicia y la paz.

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