Los militares rusos han vuelto a incumplir los términos del supuesto «tregua de tres días», que Moscú anunció justo antes del Día de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial, y ya en el primer día después de su implementación, decidieron mostrar su capacidad de combate en la dirección de Kupiansk

Chas Pravdy - 12 mayo 2025 13:24

Esta noticia suscita varias preguntas sobre las verdaderas intenciones del Kremlin y su capacidad para cumplir con los acuerdos anunciados, ya que, en realidad, los ocupantes se han activado nuevamente justo allí donde los defensores ucranianos estaban listos para enfrentarse a ellos con éxito. Según la información del agrupamiento opero-táctico "Járkov", que no es la primera vez que informa sobre la situación en el frente, el 10 de mayo los ocupantes intentaron llevar a cabo una operación de asalto en la zona de responsabilidad de la 15ª brigada de la Guardia Nacional "Kara-Dag" — precisamente en la dirección de Kupiansk. Para alcanzar sus objetivos, los comandos enemigos usaron el elemento sorpresa y medios no convencionales; en particular, para desplazarse rápidamente a las posiciones de las fuerzas ucranianas, utilizaron motocicletas, lo que evidencia su cohesión y su deseo de romper rápidamente la defensa. Con una postura categórica de defenderse contra el ataque, los defensores de "Kara-Dag" actuaron de manera profesional y con gran resistencia. Utilizaron todo su arsenal de armas de fuego, además de una avalancha de armas de infantería, artillería y otros tipos de armamento para repeler al enemigo. Según informó el cuartel general operativo, ese asalto fue detenido con éxito y los ocupantes sufrieron pérdidas significativas en personal y equipo. Los representantes del mando ucraniano destacan que los ataques del enemigo en la dirección de Kupiansk solo confirman toda la falsedad de las declaraciones de Moscú sobre un "tregua", que, en su opinión, es una farsa inútil y una ilusión grosera. Según datos oficiales, durante este bombardeo se destruyeron al menos diez "caballeros infernales" rusos — es decir, militares en motocicletas — así como nueve de sus vehículos de dos ruedas. Esto demuestra una vez más que los defensores ucranianos están dispuestos a enfrentarse sistemáticamente al enemigo, destruyendo sus unidades móviles más peligrosas. El trasfondo de esta serie de eventos es bastante ilustrativo. El 8 de mayo, justo antes de la celebración del Día de la Victoria, Moscú anunció un "tregua" de tres días, declarado tanto por las autoridades internacionales y ucranianas como por la comunidad mundial, aunque con sospecha y escepticismo respecto a tales pasos. Según el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andriy Yermak, incluso en las primeras horas del 8 de mayo, las tropas rusas continuaban bombardeando posiciones ucranianas a lo largo de toda la línea del frente, sabotajeando cualquier intento de un cese real de las hostilidades. La Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania también informó sobre la actividad bélica rusa, señalando que en las primeras horas del día las fuerzas rusas realizaron más de 117 enfrentamientos, elevando una ola de ataques en diferentes sectores del frente. Esto indica que, a pesar de las declaraciones oficiales y del supuesto "tregua", los rusos nunca dejaron de realizar operaciones militares, sino que, por el contrario, las intensificaron, generando mayor tensión y preocupación por la evolución de la situación. Este comportamiento de Moscú revela su rechazo a retroceder o hacer concesiones, a pesar de la naturaleza provocadora del "tregua", que más parece una táctica para ejercer presión psicológica y prolongar el conflicto. Mientras tanto, las fuerzas ucranianas demuestran su integridad y capacidad de reaccionar rápidamente ante cualquier amenaza, destruyendo unidades enemigas y manteniendo el control de la situación en el frente incluso en los momentos más tensos. Esto reafirma que en esta guerra, la defensa de Ucrania sigue siendo más fuerte, y que cualquier intento de crear una ilusión de tregua por parte del enemigo son solo maniobras tácticas destinadas a desestabilizar. En conclusión, la situación actual muestra que Moscú vuelve a intentar poner en duda su capacidad o voluntad para cumplir acuerdos, utilizando el supuesto "tregua" para reorganizar sus fuerzas, mientras que los ucranianos una vez más demuestran su capacidad para defender el país y dar una dura respuesta a cualquier enemigo. Lo que ocurrirá en el futuro solo lo revelará el tiempo, pero una cosa está clara: desde hace mucho tiempo, llamar a la paz con Rusia solo puede considerarse un mito, y los eventos recientes vuelven a destacar la necesidad de mantener la preparación en el combate y nunca bajar la guardia en esta dura lucha por la independencia y la integridad territorial de Ucrania.

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