Las fuerzas rusas han vuelto a atacar el sur de Ucrania, dañando intencionadamente la infraestructura civil de la ciudad de Belgorod-Dniéster, en Odesa
El incidente ocurrió en la mañana del 12 de mayo y causó graves daños en edificios residenciales y en objetos del sector de servicios públicos, provocando una gran inquietud entre los habitantes locales. Así lo informó el ayuntamiento de Belgorod-Dniéster en su página oficial de Facebook, confirmando los efectos del ataque y el inicio de las operaciones de rescate. Según los representantes del ayuntamiento, los ocupantes rusos atacaron la ciudad durante un período de calma entre la noche y la mañana del 12 de mayo. Como resultado del golpe, se produjeron daños significativos en varias instalaciones importantes de carácter residencial y social. Especialmente afectaron las viviendas privadas situadas en el centro de la ciudad, así como los objetos de infraestructura necesarios para garantizar las necesidades básicas de la población. Como consecuencia, los habitantes quedaron sin luz, agua y calefacción, lo que agrava aún más la situación en una ciudad que ya lleva mucho tiempo bajo la presión de la agresión militar. El ayuntamiento reaccionó rápidamente a la situación creando un puesto de mando operativo, instalado en el primer piso del edificio del ayuntamiento en la calle Mijáilivska, 56. Según los funcionarios locales, actualmente se están llevando a cabo trabajos para eliminar los efectos del bombardeo y restaurar la infraestructura. La información sobre el número de afectados o la magnitud exacta de los daños se está aclarando actualmente, pero las autoridades locales han pedido a los residentes que permanezcan en sus casas y sigan las medidas de seguridad. Este hecho ha sido un recordatorio más de la situación peligrosa en el sur de Ucrania, donde los ocupantes rusos han intensificado sus ataques. Recordamos que, en la noche del 12 de mayo, las fuerzas ucranianas detectaron un ataque masivo de drones rusos. Según las Fuerzas Aéreas de Ucrania, el enemigo utilizó 108 drones de ataque tipo Shahed y falsificadores de diferentes modelos. Los sistemas de defensa aérea ucranianos lograron derribar 66 de estos drones letales, mientras que otros aproximadamente treinta fueron destruidos o perdidos en la ubicación sin causar daños adversos a la población o a la infraestructura. Estos esfuerzos de protección del espacio aéreo han ayudado a evitar los impactos más destructivos, aunque los ataques siguieron generando un estrés psicológico y material significativo para los ucranianos, especialmente para los civiles de Belgorod-Dniéster. Las autoridades locales piden a los residentes que tengan la máxima precaución respecto a las alertas y sigan las recomendaciones de seguridad, ya que la guerra continúa y cada nuevo ataque es una recordatorio del precio que pagan los ucranianos por su independencia y seguridad.