El Partido Popular Kurdo de Kurdistán (PKK) ha dado un paso histórico al anunciar su futuro y poner fin a una lucha de cuatro meses que ha durado más de cuarenta años y se ha convertido en uno de los conflictos más largos y feroces de la Turquía moderna

Chas Pravdy - 12 mayo 2025 11:19

Esta decisión ha sido un impulso significativo para la región, ya que del mismo depende el destino y el futuro del movimiento kurdo, así como las perspectivas para una solución pacífica del prolongado enfrentamiento entre los kurdos y Ankara. Según informó la agencia "Firat", que pertenece a fuentes cercanas a la organización, el 12 de mayo fue declarado oficialmente el día de la disolución del PKK y su desarme. La iniciativa de detener las actividades fue apoyada después del congreso que tuvo lugar en el norte de Irak a mediados de este mes, en el cual los líderes kurdos tomaron las decisiones correspondientes. Este paso fue el acto final en la larga historia de esfuerzos revolucionarios del PKK, arraigados en las demandas de autonomía y independencia kurda, así como en la lucha por los derechos culturales y políticos de los kurdos en la región. Una mención especial merece el llamado del exlíder de la organización, Abdullah Öcalan, quien desde 1999 se encuentra en prisión en Turquía. En febrero de 2025, pidió a sus seguidores que se reunieran y tomaran la decisión de poner fin a la lucha armada y pasaran a formas pacíficas de discusión sobre el estatus del pueblo kurdo. Este fue un signo importante de un cambio en la táctica del movimiento — de la lucha armada a las negociaciones políticas. Desde principios de mayo, el PKK ha suspendido unilateralmente las acciones militares y ha llamado al diálogo, estableciendo condiciones para posibles negociaciones futuras. Estas implican la creación de marcos jurídicos que garanticen un proceso democrático y protejan los derechos de la población kurda en Turquía, que durante años ha luchado por el reconocimiento y la igualdad. En la asamblea, según los participantes, se señaló que la resistencia armada, que duró décadas, contribuyó significativamente a avanzar en la causa kurda hacia cambios en la conciencia social y en la política del Estado, y que ahora es tiempo de concluir esa era y pasar a una vía democrática. Las conclusiones de este evento indican que la organización considera que ha cumplido con su "tarea histórica", y que es momento para una nueva fase — política, diplomática y cultural. En el trasfondo de esta noticia, está la historia previa de la situación tensada en Turquía: en febrero, las autoridades detuvieron a más de 280 sospechosos en una operación masiva contra el PKK. El gobierno en Estambul acusó de vínculos con la organización kurda, incluido el popular alcalde de Estambul, Ekrem İmamoğlu, quien podría convertirse en competencia para el actual presidente Recep Tayyip Erdoğan en las próximas elecciones. Además, fueron arrestados varios periodistas suecos, lo que agravó la tensión internacional en torno a la lucha turca contra el movimiento kurdo. Actualmente, estos hechos representan no solo una etapa importante en la historia del movimiento nacional kurdo, sino que también abren nuevos desafíos para la política en la región, especialmente en cuanto a posibles negociaciones y soluciones diplomáticas. Sin embargo, sin duda, el llamado a la paz y a poner fin al enfrentamiento armado enviará una señal crucial a todas las partes, ya que el largo conflicto ha dejado heridas profundas y requiere una nueva estrategia de diálogo y búsqueda de compromisos.

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