El Palacio del Elíseo desmintió la noticia falsa rusa sobre drogas en Macron durante su visita a Kiev

Chas Pravdy - 12 mayo 2025 09:21

La oficina del presidente de Francia reaccionó enérgicamente a la mentira difundida por la propaganda rusa, que alegaba que los líderes europeos habían consumido drogas durante una visita conjunta a Kiev. En particular, los propagandistas rusos intentan crear la imagen del presidente francés Emmanuel Macron, supuestamente sospechoso de usar drogas, basándose en imágenes falsificadas y comentarios sin pruebas. Según un comunicado oficial del Palacio del Elíseo, durante el viaje de los líderes europeos a la capital ucraniana en febrero de este año, en uno de los vídeos grabados quedó registrado un momento discreto pero muy incómodo para la propaganda rusa. En las imágenes se puede ver a Macron recogiendo de la mesa un pañuelo usado. Los medios de comunicación rusos y canales de Telegram comenzaron a difundir versiones de que dicho pañuelo supuestamente contenía “un pequeño paquete de cocaína”, e incluso inventaron que el presidente francés, con una ligera sonrisa, escondía drogas en el pañuelo. En las redes sociales y en agencias de noticias pro-rusas aparecieron capturas de pantalla y comentarios originales de expertos anónimos que afirmaban que sobre la mesa de Macron había no solo un pañuelo, sino también “una cucharita para la cocaína”, lo que, por supuesto, causó un gran revuelo y enojo. Los llamados “verificadores de hechos” de canales de Telegram rusos buscaban crear una imagen de permisividad y amoralidad en los principales líderes occidentales, con el fin de desacreditarlos ante los votantes y socios internacionales. Pero la realidad resultó ser completamente diferente. Para respaldar su versión, el Palacio del Elíseo publicó dos fotos oficiales tomadas desde el vagón del tren de alta velocidad en el que viajaban los líderes europeos, acompañadas de explicaciones textuales. En la primera imagen se muestra el pañuelo que Macron intentaba retirar de la mesa, y se lee: “Es un pañuelo normal para secarse las manos o la cara”. La otra fotografía muestra a un grupo de políticos europeos posando juntos en los vagones — bajo la leyenda: “Esta es la unidad de Europa que apoya la paz”. Es decir, todo indica que la desinformación rusa es solo una provocación que no soporta un análisis lógico. Las declaraciones oficiales subrayan: “Cuando la unidad europea incomoda a fuerzas externas, no hay método mejor que propagar mentiras y fake news sin verificar. En concreto, intentan crear la imagen de que nuestros líderes son drogadictos, pero esto es claramente falso y sin fundamento”. También resaltan que se trata de una provocación destinada a desprestigiar a la Unión Europea y a sus miembros ante la opinión pública, sembrando dudas sobre su reputación. El trasfondo de este episodio de espionaje remonta a principios de febrero de este año. Entonces, en imágenes oficiales de la visita a Kiev, se mostró un momento en que Macron llamaba a Donald Trump. Este incidente llamó la atención de fuentes de Politico, que informaron que, pese a estar en Washington por la mañana, el presidente francés inició una llamada telefónica con el expresidente de EE. UU. para coordinar acciones y pasos políticos en apoyo a Ucrania y para fortalecer la solidaridad europea. Todo esto es solo uno de los episodios de la campaña rusa para desprestigiar a los políticos occidentales, que, según expertos, busca debilitar la unidad europea frente a desafíos externos y problemas internos. Las manipulaciones con fake news, como la “serrenta con cocaína”, forman parte de una estrategia más amplia de desinformación que el Kremlin intenta desplegar en el escenario global para sembrar dudas y dividir las democracias modernas. En conclusión, esta situación puede interpretarse como otro ejemplo de cómo los propagandistas rusos recurren cada vez más a historias inventadas y pruebas falsas para desacreditar a sus oponentes. Pero la reacción del Palacio del Elíseo fue un mensaje claro: la verdad siempre puede distinguirse de las falsificaciones y manipulaciones, y es importante mantener la vigilancia en esta guerra de información que se libra en la clandestinidad.

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