Durante la noche del 11 al 12 de mayo, el cielo de Ucrania volvió a ser bombardeado por drones rusos

Chas Pravdy - 12 mayo 2025 08:16

Según datos del mando de las Fuerzas Aéreas de Ucrania, el enemigo envió a nuestro territorio hasta 108 aparatos no tripulados, entre ellos drones de ataque tipo Shahed y diversos imitadores utilizados para desorientar los sistemas de defensa antiaérea. Se trata de un nuevo ataque a gran escala que confirma una actividad creciente de las fuerzas rusas en el aire y sus intentos de debilitar nuestra defensa en vísperas de eventos importantes y operaciones estratégicas. La defensa antiaérea local no permaneció indiferente: las unidades ucranianas derribaron 66 de los 108 drones atacantes. Según datos operativos, a las 8:30 de la mañana, hora de Kiev, se confirmó la destrucción de al menos 55 drones de ataque Shahed, que se infiltraban desde diferentes direcciones —este, norte, sur y el centro del país—. Esto indica la escala y dificultad de la operación llevada a cabo por el mando ruso. Al mismo tiempo, cabe señalar que no todos los drones fueron exitosos. Según información oficial, unos 30 imitadores y otros drones lograron ser perdidos en el lugar sin causar consecuencias graves para la población civil ni la infraestructura, lo que demuestra la confianza en la eficacia de los sistemas de protección y la capacidad de responder rápidamente a las amenazas potenciales. En general, como resultado de esta noche, en diferentes regiones de Ucrania se registraron daños y pequeñas destrucciones. Las áreas afectadas incluyen Odesa, Mykolaiv, Donetsk y Zhytomyr. Los daños observados son en su mayoría de carácter infraestructural, sin víctimas civiles. Las fuerzas de defensa ucranianas actuaron activamente en todos los frentes: aviación, tropas de misiles antiaéreos, unidades de guerra electrónica, así como grupos móviles de fuego de las fuerzas ucranianas, contribuyendo a repeler el ataque y reducir sus efectos. Este ataque nocturno recuerda una vez más la actualidad y complejidad del enfrentamiento que continúa en los cielos de Ucrania, así como la necesidad de fortalecer los medios de defensa y los sistemas de reconocimiento. El enemigo invierte en sus dispositivos no tripulados no solo con potencial militar, sino también con una presión psicológica sobre la población y las fuerzas ucranianas. A pesar de la superioridad numérica del enemigo, el mando y los defensores ucranianos demuestran su capacidad de reaccionar rápidamente y detener eficazmente los ataques, lo que da esperanza en la estabilidad y seguridad futuras del país.

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