Trump insiste en que Ucrania acepte negociar con Rusia en Turquía

Chas Pravdy - 11 mayo 2025 19:21

En un comunicado inesperado a través de sus redes sociales, el expresidente de EE. UU., Donald Trump, volvió a hacer un llamado a las autoridades ucranianas para que participen en negociaciones con Rusia. Según sus palabras, Kiev debería aceptar de inmediato la intención del Kremlin de reunirse en Estambul el 15 de mayo, incluso si no implica un alto el fuego de tres días inmediato. Esta es una de las frecuentes intentonas de Trump de involucrarse en el conflicto entre Ucrania y Rusia, apoyando a Moscú y llamando a buscar un compromiso. El expresidente estadounidense, en su publicación en la plataforma Truth Social, destacó que, en su opinión, los diálogos directos entre Kiev y Moscú podrían abrir camino a una reducción de la tensión. “El presidente de Rusia, Vladímir Putin, no busca establecer un alto el fuego duradero”, señaló Trump. “Sin embargo, quiere reunirse este jueves en Turquía para discutir la posible finalización del sangriento conflicto. Ucrania debe aceptar esta reunión sin dudar. Al menos así podremos esclarecer si es posible llegar a algún acuerdo, y si no, el mundo y Estados Unidos entenderán la verdadera situación y podrán actuar en consecuencia”. Según sus palabras, el expresidente ya empieza a dudar de la posibilidad de lograr acuerdos entre Ucrania y Rusia. Trump expresó firmemente su postura respecto a los planes del Kremlin de celebrar el primer aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi. “Estoy empezando a dudar de que Ucrania llegue a un acuerdo con Putin, ya que él está demasiado ocupado celebrando la victoria en la Segunda Guerra Mundial, aunque esa victoria no habría sido posible sin la ayuda de Estados Unidos”, escribió. Para cerrar su declaración, Trump hizo un llamamiento en letras mayúsculas: “Realicen esta reunión ahora”. Sus palabras reflejan una sombra de duda sobre la rápida y positiva evolución de los hechos, además de un deseo de influir en la guerra desde su posición. El contexto previo a estos acontecimientos es muy tenso. El 10 de mayo, los líderes de la llamada “coalición de decididos” visitaron Kiev y presentaron un ultimátum a Moscú: un rechazo total a las demandas de cese del hostilidad. Exigieron que Rusia iniciara una suspensión incondicional de las operaciones militares a partir del 12 de mayo, estableciendo un período de gracia de 30 días. En caso de ignorar esta exigencia, se aplicaría una política de sanciones reforzada, coordinada con la Unión Europea y EE. UU. Antes incluso de considerar esta vía de negociaciones, las autoridades ucranianas mantuvieron una llamada telefónica con Trump y con sus aliados europeos, Francia y Alemania. Los líderes de Francia y Alemania coincidieron en que cualquier negociación debe comenzar con la aceptación de un alto el fuego por parte de Rusia y con conversaciones serias para resolver la situación. Al mismo tiempo, Moscú ha guardado silencio respecto a la propuesta de una pausa de 30 días en los combates, aunque confirmó su interés en una reunión en Estambul. Vladimir Putin declaró públicamente que está dispuesto a mantener negociaciones directas con Kiev el 15 de mayo, aunque no contempla que dichas conversaciones lleven inmediatamente a un largo y esperado cese del fuego. En las capitales europeas y en Washington, esperan que Moscú primero confirme su disposición a negociar la paz antes de pasar a pasos más específicos. En base a los comentarios y declaraciones de líderes nacionales e internacionales, quizás ya ha llegado el momento de una nueva etapa en los esfuerzos diplomáticos destinados a detener el derramamiento de sangre y reactivar el proceso de paz. Sin embargo, la experiencia de oportunidades perdidas y la complejidad política interna vuelven a poner en duda una pronta y efectiva solución. Trump, sin esconder su interés en la drama política y diplomática, insiste en que en este mismo momento deben comenzar negociaciones concretas — en la misma Turquía, que recientemente se ha convertido en centro de atención internacional como posible escenario para resolver el conflicto.

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