Escalada en la diplomacia comercial entre EE

Chas Pravdy - 11 mayo 2025 04:20

 UU. y China: Trump informa de avances significativos en las negociaciones en Ginebra En el contexto de la tensión que lleva tiempo colgando sobre las relaciones entre las dos principales economías mundiales, las recientes negociaciones entre EE. UU. y China generan un interés especial tanto para expertos como para observadores internacionales. Según fuentes oficiales, el primer día de negociaciones en Ginebra estuvo marcado por cierto optimismo en las relaciones bilaterales, del cual informó el presidente estadounidense Donald Trump en su red social Truth Social. En sus declaraciones, señaló que la reunión con representantes chinos transcurrió "muy bien" y estuvo acompañada de muchas discusiones y acuerdos, lo que indica un inicio de una nueva etapa en el diálogo entre ambos países. Trump resaltó que, como resultado del día de negociaciones, se alcanzó una "renovación completa" en un ambiente amistoso, pero constructivo. Lo más importante, a su parecer, es el progreso conseguido, que abre posibilidades para mejorar aún más las relaciones y resolver viejos problemas comerciales. "¡Se ha logrado un gran avance!", subraya en su publicación, añadiendo que EE. UU. busca "abrir China a los negocios estadounidenses", lo cual es una demanda clave de Washington para superar la tensión comercial. Sin embargo, a pesar del tono optimista, las autoridades de la Casa Blanca y fuentes diplomáticas mantienen silencio respecto a los detalles del primer día de negociaciones. Según la agencia Associated Press, brindaron información mínima sobre el curso de las discusiones, y Trump en sus publicaciones no mencionó temas específicos ni acuerdos anunciados durante la reunión. Esto es totalmente comprensible, considerando la delicadeza de la situación y la preocupación por la estabilidad de los mercados mundiales, que, ante conflictos comerciales y decisiones políticas impredecibles, requieren un enfoque cauteloso. Fuentes informaron que las negociaciones continuarán aún el domingo, lo que ofrece cierto alivio y esperanza de una posible reducción de la tensión. Un funcionario anónimo de la administración estadounidense, que habló con periodistas en privado, comentó que el primer día de consultas diplomáticas se mantuvo "en secreto". No hubo comentarios oficiales de las partes tras la conclusión de las reuniones el sábado, en línea con el protocolo diplomático en contextos de tensiones bilaterales y altas apuestas. Analistas señalan que, considerando las palabras de Trump sobre el progreso y la intención de abrir el mercado chino a los negocios estadounidenses, se puede esperar una posible reducción de las barreras arancelarias mutuas. Esto, a su vez, podría contribuir a estabilizar los mercados financieros globales y facilitar la operación de empresas dependientes del comercio entre ambos países. No obstante, en las primeras etapas de las negociaciones, la situación permanecía nebulosa: ambas partes mostraban moderación y no se anunciaron acuerdos o pactos concretos. Antes de la reunión, en abril, Trump expresó su opinión sobre la política arancelaria, señalando que la introducción del 80 % de aranceles sobre productos chinos era "precisamente la medida correcta". Esto alimentaba expectativas de un posible acuerdo o compromiso en futuras negociaciones. En ese mismo período, aumentaron las maniobras comerciales: agentes responsables del transporte de China comenzaron a comprar espacios en contenedores con mercancías rumbo a EE. UU., lo que indica preparación para las reuniones previstas. Al mismo tiempo, EE. UU. y China se preparan para sus primeras negociaciones comerciales oficiales tras varios años de enfrentamiento arancelario. Justo antes de estos encuentros, la administración Trump hizo entender que considera posible una reducción sustancial y mutuamente beneficiosa de los aranceles. Se planea reducirlos por debajo del 60 %, lo que representaría un paso importante en la eliminación de barreras comerciales y en la recuperación de la confianza en las relaciones bilaterales. Aún en abril de este año, Trump anunció que impondría aranceles del 145 % a productos chinos, lo que provocó que Pekín respondiera con aranceles del 125 % sobre las importaciones estadounidenses. En definitiva, la historia de las relaciones comerciales entre EE. UU. y China en los últimos años ha sido compleja y, al mismo tiempo, sumamente dinámica. La búsqueda de un acuerdo en Ginebra aspira no solo a resolver disputas comerciales, sino también a estabilizar la economía global en un contexto de enfrentamientos diplomáticos y políticos que llevan años en el centro de atención de la comunidad mundial. ¿Lograrán las partes alcanzar el ansiado compromiso? El tiempo lo dirá, pero los observadores ya se muestran optimistas y, con cautela, confían en un resultado positivo que podría influir favorablemente en el desarrollo de los acontecimientos en todo el mundo.

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