Después de una pausa de tres días, los ocupantes rusos volvieron a activar sus ataques con drones, causando una nueva oleada de operaciones tensas en el aire de Ucrania
La noche del 11 de mayo, las unidades del ejército ruso lanzaron 108 ataques con drones de tipo Shahed y simuladores, dispositivos que imitan a los UAV reales para crear cortinas de humo y ruido. Esto volvió a marcar un incremento significativo en la actividad enemiga en el espacio aéreo del país, aunque las fuerzas de defensa aérea ucranianas lograron resistir eficazmente estos ataques. Según representantes de las Fuerzas Aéreas de Ucrania, la mayor parte de los drones atacantes fueron derribados aún en el vuelo hacia sus objetivos. De los 108 dispositivos enemigos lanzados, los defensores ucranianos lograron destruir 60, es decir, más de la mitad de los lanzados. Otros 41 UAV fueron considerados "perdidos en la ubicación", lo que significa que fueron destruidos o que no pudieron ser localizados con precisión en la zona de combate. Estas cifras son testimonio del alto nivel de profesionalismo y coordinación de la defensa aérea ucraniana en la lucha contra la amenaza de los drones. Las fuentes que informan sobre este incidente confirman que los impactos se registraron en diferentes regiones del país — en el este, norte, sur y centro. Las zonas del norte y este mostraron una actividad especialmente intensa — allí se registraron la mayor cantidad de daños. Según datos preliminares, en la región de Sumy continúan los trabajos de reparación para eliminar los daños tras los ataques nocturnos. En otras regiones también hubo intentos de brecha por parte de los drones, pero los logros de la aviación rusa en esta operación nocturna fueron mucho menores. Un episodio destacado fue el ataque en la provincia de Kyiv, que ocurrió en la mañana del 11 de mayo. El enemigo utilizó drones para atacar objetivos estratégicos en la capital y alrededores. En dos distritos se registraron daños en infraestructuras y en objetos civiles, informan las autoridades locales. La situación actualmente está bajo control, aunque cada nuevo ataque recuerda la alta intensidad y la orientación precisa de la táctica militar rusa. En general, la situación sigue siendo tensa. La aviación ucraniana y los sistemas de defensa aérea muestran una gran efectividad, reduciendo las pérdidas y dificultando los ataques aéreos masivos rusos. Sin embargo, la actividad constante del enemigo implica que los defensores de Ucrania deben estar alertas las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Se destaca además que el equipo de unidades de combate ucranianas recibe nuevos recursos y tecnología para luchar contra los drones, lo que ofrece una oportunidad para reducir los daños y acelerar las tareas de recuperación en el frente. En resumen, la noche del 11 de mayo reafirmó que Ucrania continúa en la línea de avanzada en la lucha tecnológica y bélica contra el agresor en el espacio aéreo. En homenaje a quienes defienden el país, los defensores ucranianos perfeccionan constantemente su táctica y equipamiento para prevenir nuevas pérdidas y reducir las consecuencias de la guerra. En una situación de agresión continuada, esta respuesta coordinada resulta sumamente importante para mantener la seguridad y la independencia del Estado.