Los diplomáticos estadounidenses han dado luz verde a Alemania para el suministro de armas de largo alcance y sistemas de defensa aérea a Ucrania, en particular misiles Patriot

La información relevante fue difundida por el prestigioso periódico The New York Times, citando a una fuente de alto rango en el Congreso. Según el periódico, la decisión de Estados Unidos permitió a Alemania entregar a Kiev 125 misiles de artillería de gran alcance, así como 100 sistemas de misiles antiaéreos Patriot. Este acuerdo constituye una etapa importante en el fortalecimiento de la defensa ucraniana, con el objetivo de hacer frente a la agresión rusa y proporcionar una protección aérea efectiva para las ciudades y objetos estratégicos de Ucrania. El periódico señala que esta autorización fue otorgada el viernes por los responsables estadounidenses. Un representante del Congreso confirmó que Estados Unidos aprobó el envío de dichas armas, subrayando su importancia para Ucrania en las condiciones de guerra. Al mismo tiempo, se destaca que la producción de armas de tanta tecnología avanzada se realiza en Estados Unidos y que la exportación directa solo es posible con la aprobación del gobierno estadounidense. NYT recuerda que este tipo de armamento es sumamente crítico para las fuerzas ucranianas, pero debe permanecer en propiedad y control de Estados Unidos hasta el momento de su transferencia. Esto significa que, incluso si las armas ya se encuentran en territorio de otro país o en reservas de aliados, su transferencia se realiza en el marco de la política diplomática y militar oficial de Estados Unidos. La decisión mencionada surge en un contexto de creciente cooperación internacional en apoyo a Ucrania, lo cual contribuye a mantener su capacidad defensiva y a disuadir al agresor. Los expertos señalan que el suministro de los sistemas de misiles Patriot de última generación refuerza significativamente la defensa aérea de Ucrania, reduciendo los riesgos para objetos civiles e infraestructuras militares. Por lo tanto, esta decisión es otra muestra del aumento de la ayuda militar de Occidente a Ucrania en su lucha por la independencia y la integridad territorial, destacando la importancia estratégica de la asociación con Estados Unidos y la Unión Europea en el contexto de la situación geopolítica actual.