La crisis en torno al futuro de un alto el fuego en Ucrania se ha intensificado nuevamente: los líderes de las «coaliciones de países decididos» han rechazado claramente cualquier requisito previo de Rusia respecto a las condiciones para un cese de las hostilidades

Chas Pravdy - 10 mayo 2025 18:22

La reunión de representantes de las Grandes Potencias en Kyiv, coordinada por la primera ministra del Reino Unido, Kír Starmer, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, se convirtió en un momento decisivo en la dura lucha diplomática por definir los términos de la paz. En ella se afirmó con claridad: no habrá ninguna concesión respecto a las condiciones previas para iniciar un alto el fuego. De manera firme y sin ninguna duda, subrayaron que el objetivo clave es un cese absoluto de las hostilidades, que debe comenzar de inmediato y durar al menos 30 días, sin ninguna exigencia o restricción previa. Según el primer ministro británico, Kír Starmer, la situación se ha vuelto aún más tensa en las últimas horas debido a las condiciones planteadas por el Kremlin, en particular, la demanda de detener el suministro de armamento occidental a Ucrania como condición para un posible cese de las hostilidades. Sin embargo, el primer ministro británico declaró claramente: «Reiteramos que el alto el fuego debe ser absoluto. Putin ha presentado propuestas con una serie de condiciones adicionales, pero no nos importa —exigimos un alto el fuego abierto e indefinido. Debe cubrir no solo la guerra en tierra, sino también en el mar y en el aire. Esto debe ser un cese del fuego con monitoreo, con separación de fuerzas y regreso a la línea de control. Esa es nuestra meta, y todos los que deseen unirse a este apoyo podrán hacer su contribución». Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, en su discurso, destacó la inmodificable posición de la Unión Europea y Francia en este asunto: «Rechazamos categóricamente cualquier posible concesión. ¡Ninguna condición previa para el suministro de armas u otros aspectos —no!—. Declaramos claramente y de manera consistente: si Rusia insiste en sus demandas, enfrentará sanciones adicionales y el fortalecimiento de nuestro apoyo a Ucrania». Macron subrayó que un alto el fuego absoluto no es solo un acuerdo firmado, sino un proceso integral que permitirá a Ucrania recuperar sus posiciones y garantizar una paz necesaria y justa. Esta declaración fue una respuesta a las declaraciones previas del portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, quien no hace mucho afirmó que Rusia exigirá en el futuro la suspensión del suministro de armas estadounidenses y europeas a Ucrania si las partes firman cualquier alto el fuego. Este enfoque del Kremlin provocó una reacción enérgica en Occidente: la Unión Europea y Estados Unidos aseguraron que si Rusia rechaza aceptar un alto el fuego absoluto, están preparados para aumentar aún más las sanciones y fortalecer el apoyo militar a Ucrania. El antecedente de estos eventos fue la tensa retórica diplomática, en particular, las declaraciones de representantes rusos. El Kremlin, en particular Dmitri Peskov, había subrayado anteriormente que, sin garantías condicionales para Rusia respecto a la eliminación de sanciones y el cese de la ayuda a Ucrania, la opción teórica de un alto el fuego seguiría siendo poco probable. Al mismo tiempo, la cumbre del «coalición de los decididos» firmada el 10 de mayo instó a Rusia, a partir del 12 de mayo, a comenzar un cese de fuego incondicional y duradero por 30 días. Esto se convirtió en uno de los principales requisitos de los países de la coalición, y la postura colectiva aquí está claramente definida: nada puede ser condición para la puerta a la paz, salvo un cese pactado y obligatorio de las hostilidades. La importancia de estos acontecimientos es difícil de sobredimensionar: la voluntad política de Occidente y Ucrania para rechazar firmemente cualquier concesión a Moscú anula cualquier intento de Rusia de utilizar nuevamente el proceso diplomático para debilitar las sanciones o restablecer las hostilidades en condiciones más favorables. Se espera que en las próximas semanas se intensifiquen los esfuerzos diplomáticos y el posible aumento de las restricciones sancionatorias. Según los expertos, esta situación confirma una vez más que la resolución del conflicto depende de la disposición de Rusia a hacer concesiones fundamentales, y Europa y Estados Unidos permanecen unidas en su apoyo a Ucrania y su soberanía. Por lo tanto, la situación sigue siendo tensa, pero los principales líderes del «Militarismo dorado» están unánimemente convencidos: cualquier acuerdo con Rusia solo será posible bajo la condición de un cese absoluto de las hostilidades y el regreso a la línea de control, sin exigencias previas que puedan sabotear o retrasar el proceso de paz. Esto envía una señal clara a Moscú en un momento en que la diplomacia enfrenta uno de sus períodos más difíciles desde el comienzo de la invasión a gran escala.

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