En el centro de Budapest detuvieron a un ex diplomático ucraniano y fue deportado de inmediato a Kiev

Chas Pravdy - 10 mayo 2025 21:27

El lunes 9 de mayo, la capital de Hungría fue escenario de eventos inesperados que generaron un amplio revuelo en los círculos diplomáticos y en los medios de comunicación. Los servicios de seguridad general detuvieron a un ciudadano ucraniano cuya carrera como representante oficial de Ucrania en Hungría terminó mucho más allá del estatus diplomático. Esta información fue confirmada por fuentes oficiales, incluyendo el sitio web del gobierno húngaro, así como medios internacionales y ucranianos. Según datos publicados, la operación tuvo lugar cerca de la tarde del 9 de mayo en el centro de Budapest. Según el gobierno húngaro, los agentes del Centro Antiterrorista realizaron la detención de un ciudadano ucraniano, quien anteriormente trabajaba en el ámbito diplomático, pero a día de hoy ya no desempeñaba sus funciones bajo el estatus diplomático. El gobierno resalta que el hombre fue detenido debido a sospechas fundamentadas de espionaje y otras medidas de seguridad autorizadas. El gobierno informó que la prohibición de entrada y estancia en el país fue emitida por la Oficina Nacional de Inmigración. Por la noche, tuvo lugar su deportación a Kiev — considerando las posibles amenazas a la soberanía de la República de Ucrania, las autoridades concluyeron que era necesario su rápida extracción del territorio húngaro. En los comentarios oficiales se subrayó que el ex diplomático no solo actuaba bajo protección diplomática, sino que, debido a la naturaleza de las sospechas, su actividad podía dañar la soberanía de Hungría. En general, esta detención se convirtió en una señal para un amplio espectro de observadores y expertos, ya que recientemente en los países de Europa Central se han llevado a cabo intensos debates acerca de la inteligencia rusa y húngara y su influencia en los procesos de seguridad regional. Además, como señalan los analistas, este caso forma parte de una tendencia más amplia de intensificación de las confrontaciones diplomáticas entre Ucrania y Hungría surgidas en torno a varias cuestiones políticas y de seguridad. Según datos del periódico Telex, el detenido trabajó anteriormente en la embajada de Ucrania en Budapest en la década del 2010, aunque con el paso del tiempo su estatus diplomático fue cancelado. También se sabe que su esposa es copropietaria de un popular restaurante de cocina ucraniana en la capital del país. Tras su detención, fue expulsado de inmediato del territorio oficial de Hungría y actualmente se encuentra en Kiev. Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania, reaccionaron a la situación con bastante prudencia, pero destacaron la importancia de respetar los derechos internacionales y los principios. El portavoz del MFA de Ucrania, Georgiy Tkyhy, señaló en sus comentarios en redes sociales: “Sobre la detención del ciudadano ucraniano en Budapest. Cuando se acaban las pruebas, empieza la caza de brujas. La autoridad húngara debe terminar ya con esta absurda histeria antieuropea y antieuropea”. Estas palabras reflejan el desacuerdo de Kiev con las últimas acciones de los servicios de seguridad húngaros y señalan una tendencia general de aumento de la tensión entre ambos países. La previa de este incidente se remonta a una serie de conflictos diplomáticos y de información. El 5 de mayo, el Servicio de Seguridad de Ucrania anunció que había descubierto una red de agencias de inteligencia húngaras supuestamente dedicadas a actividades de espionaje en Transcarpacia, una región con un estatus particular y lazos históricos con Hungría. Según informaron las autoridades ucranianas, estas agencias habrían espiado las opiniones de la población local y estudiado la posibilidad de desplegar formaciones militares húngaras en la región. Tras esta declaración, las autoridades húngaras primero rechazaron cualquier implicación, asegurando que Kiev difunde información falsa para fomentar una propaganda antivietnamita y antihúngara. Sin embargo, pocas horas después, Budapest dio un paso adicional y emitió una nota oficial en la que anunció la expulsión de dos diplomáticos ucranianos por sospechas de espionaje. Desde el Ministerio del Interior húngaro afirmaron que estas personas supuestamente se dedicaban a la difusión de datos de inteligencia y al intento de interferir en los asuntos internos del país. En el contexto de esta confrontación con Ucrania, el gobierno húngaro sostiene que la declaración oficial de Kiev sobre la detección de una red de espionaje es resultado de una estrecha colaboración con los oponentes políticos del gobierno húngaro, en particular con el oposición al partido "Tisa". La respuesta de Ucrania no se hizo esperar: en la noche del 9 de mayo, las representaciones diplomáticas ucranianas emitieron un comunicado sobre la expulsión de dos diplomáticos húngaros del país. Deberán abandonar Ucrania en 48 horas, lo que complicará significativamente las relaciones diplomáticas en vísperas de una fecha importante — el Día de la Victoria y las celebraciones en ambos países. Este incidente representa un capítulo más en la compleja y tensa confrontación diplomática entre Ucrania y Hungría, que continúa desde principios de 2023. Sus consecuencias podrían afectar no solo las relaciones bilaterales, sino también la seguridad regional y la cooperación dentro de la Unión Europea y la OTAN. Como antes, ambos países intentan equilibrar entre maniobras diplomáticas y demostraciones de fuerza, permaneciendo en el centro de atención de los observadores internacionales.

Source