Durante la noche del 7 al 8 de mayo, Kiev fue nuevamente atacada por los invasores rusos, que llevaron a cabo un ataque masivo con misiles y drones kamikaze
Según los representantes de la Administración Militar de la Ciudad de Kiev (AMKC), los sistemas de defensa aérea ucranianos manejaron la mayoría de las amenazas, destruyendo un misil balístico y 11 drones, mientras que algunos otros objetivos se perdieron o salieron del espacio aéreo de la capital. La información de las fuerzas militares indica que desde el comienzo del día se registró el lanzamiento de un objetivo balístico y 28 drones kamikaze de fabricación rusa en el cielo de Kiev. Gracias al trabajo de los sistemas de defensa aérea, muchos de ellos fueron neutralizados en vuelo. En particular, se lograron derribar 11 UAV, otros diez lograron salir con éxito del espacio aéreo de la ciudad, y tres drones se perdieron en el lugar, es decir, no fue posible derribarlos o determinar su lugar de caída. El misil destruido cayó en el distrito de Solomianskyi, causando daños menores a infraestructuras no residenciales. Afortunadamente, los rescatistas rápidamente apagaron el incendio causado por la caída, y solo una persona resultó herida. Las autoridades llaman a los residentes a tener precaución y no acercarse a los fragmentos de los UAV derribados: «Si encuentra o nota fragmentos de drones enemigos, no intente levantarlos o moverlos bajo ninguna circunstancia — llame de inmediato al 101!», enfatizaron en la AMKC. El trasfondo de esta noche es bastante trágico: la noche anterior, el martes por la madrugada, Kiev sufrió ataques de los rusos, que resultaron en la muerte de dos personas y heridas a otras ocho, incluyendo cuatro niños. En ese momento, el ataque enemigo fue declarado masivo, y las explosiones recordaron una vez más que la capital sigue estando en el objetivo de la agresión y es atacada casi constantemente. En general, la situación en Kiev sigue siendo tensa — el enemigo continúa utilizando diversos medios de ataque, tratando de sembrar pánico y destruir la infraestructura de la ciudad. Los defensores ucranianos y los sistemas de defensa aérea trabajan diariamente para reducir al máximo el número de víctimas y evitar daños graves, pero cada nuevo ataque recuerda el peligro constante que acecha a la capital.