En el Parlamento Nacional de Alemania, el Bundestag, se llevó a cabo la primera etapa de las elecciones del nuevo canciller, en la que resultó elegido Friedrich Merz
Sin embargo, este intento aún no ha tenido éxito, ya que los diputados no lograron votar unánimemente por él para ocupar el cargo. Según fuentes, en particular "Europravda", durante la votación en la cámara baja del parlamento, Merz obtuvo 310 votos de apoyo. Se oponieron 307 diputados, otros tres se abstuvieron de votar, y un voto fue declarado inválido. En total, para elegir al canciller se necesitan al menos 316 votos de los 328 diputados que en el Bundestag representan a la CDU y al SPD. Estos votos volverán a ser objeto de discusión en los próximos días y probablemente conducirán a una nueva votación. Dado que los resultados actuales no alcanzaron la mayoría necesaria, será necesario realizar una segunda ronda para determinar definitivamente al candidato con más posibilidades de convertirse en canciller. Cabe destacar que la candidatura de Friedrich Merz fue presentada después de que el ex canciller Olaf Scholz continuara gobernando el país como actual jefe del gobierno. Las elecciones en el parlamento son una etapa clave en la formación de un nuevo gobierno en Alemania y en la definición de su rumbo político en el corto plazo. Se espera que la segunda ronda de votación se realice en breve y pueda dar un resultado decisivo para el futuro del cancillerato. Este fracaso resalta la complejidad de la situación política en Alemania, especialmente en un contexto donde las fuerzas políticas mantienen alianzas con intereses y estrategias diferentes. Al mismo tiempo, la escena política del país demuestra una vez más que el proceso de formación de un gobierno puede ser prolongado y requiere esfuerzos adicionales para lograr la consolidación y la coordinación de posiciones. En general, los eventos relacionados con la elección del canciller en Alemania reflejan una atmósfera política tensa y un alto nivel de incertidumbre sobre el futuro liderazgo del país. Los próximos días traerán nuevas votaciones y, posiblemente, decisiones que definirán el rumbo político de Alemania en el corto plazo.