Las tropas rusas han vuelto a atacar a Ucrania, en esta ocasión utilizando armamento de destrucción masiva y vehículos no tripulados para la ofensiva

Según la información oficial de las fuerzas de defensa ucranianas, desde la noche del 30 de abril, Moscú ha llevado a cabo un ataque con misiles y una campaña digital en gran escala con drones no tripulados, dirigida a territorios ucranianos. En total, en todo el país se lanzaron cinco misiles balísticos "Iskander-M" y 170 drones de ataque de diferentes tipos, de los cuales los defensores ucranianos lograron destruir casi la mitad, es decir, 74 drones. Según datos de las Fuerzas Aéreas de las Fuerzas Armadas de Ucrania, a las 8:30 de la mañana del 1 de mayo, los sistemas de corrección ucranianos derribaron 74 drones tipo Shahed y otros UAV de reconocimiento. Los datos sorprendentes indican que 68 imitados de diferentes tipos rusos se perdieron en el lugar, sin causar efectos negativos adicionales para las comunidades ucranianas. Al contrario, es importante destacar que las fuerzas de seguridad y defensa de Ucrania estaban preparadas para repeler este ataque, empleando todos los medios disponibles: aviación, sistemas de misiles antiaéreos, recursos de guerra electrónica y grupos móviles de fuego. Las pérdidas durante el bombardeo se registraron en varias regiones de Ucrania. Las regiones más afectadas fueron el sur, el norte, el este y el centro del país, incluyendo Odesa, Járkov, Sumy, Donetsk y Kiev. Desde el lado ruso, los ataques se realizaron desde la península ocupada de Crimea, así como desde las ciudades rusas de Kursk, Millerovo, Orel y Primorsko-Akhtarsk. Además, se sabe que los drones también fueron lanzados desde Cabo Chuda en Crimea, un punto estratégico que continúa siendo una de las principales rutas para los ataques del enemigo. El proceso de repeler la agresión estuvo acompañado de una intensa actividad aérea y esfuerzos de los sistemas de defensa antiaérea. La aviación, los sistemas de misiles antiaéreos, los sistemas de guerra electrónica y los grupos móviles de fuego de los defensores ucranianos operaron en coordinación para reducir la eficacia de los ataques y proteger a la población y la infraestructura de daños. La tensión constante y la preparación permanente de las fuerzas ucranianas ante nuevos ataques confirman que el enemigo continúa buscando las formas más modernas de causar daño, pero nuestros defensores permanecen alerta, capaces de responder a las amenazas y proteger al país. Estos ataques masivos con misiles y drones constituyen una prueba de que Rusia busca intensificar la presión sobre Ucrania mediante nuevas tácticas de guerra, combinando armamento clásico con drones kamikaze modernos. Al mismo tiempo, la efectividad de la defensa aérea ucraniana y el espíritu de lucha de los ucranianos permiten reducir las consecuencias de estos ataques prolongados y a gran escala, confirmando que el país permanece resistente y capaz de resistir en las condiciones más difíciles de la guerra.