En Polonia continúan sembrando confusión en el honesto campo político y aumentando la tensión entre los países, provocando un nuevo incidente con un trasfondo antiucraniano

Chas Pravdy - 01 mayo 2025 13:27

El miércoles, en la ciudad de Biała Podlaska, ocurrió un hecho desagradable que llamó la atención no solo de los habitantes locales, sino también de los círculos diplomáticos en todo el país. Según las autoridades policiales y los medios de comunicación polacos, durante un mitin electoral del candidato a presidente, Gzregorz Braun, diputado del Parlamento Europeo con orientación pro-rusa, un desconocido arrancó la bandera ucraniana del fachada del Ayuntamiento. Esta acción fue una ilustración clara de cómo se vuelven más tensas las relaciones interestatales en el contexto de la lucha interna y el aumento de los sentimientos pro-rusos. De acuerdo con información de la Policía de Lublín, las fuerzas del orden ya iniciaron una investigación sobre el incidente. Un representante oficial de las fuerzas de seguridad informó: “Los agentes identificaron a la persona que retiró la bandera ucraniana del edificio del ayuntamiento. También se están analizando en detalle las grabaciones de video realizadas durante el mitin para esclarecer todas las circunstancias. Los materiales recopilados serán transmitidos a la fiscalía y, de acuerdo a la ley, los infractores enfrentan sanciones legales.” En las imágenes publicadas en las redes sociales se puede ver claramente que el atacante, al subir por las escaleras hasta el balcón del ayuntamiento, tomó la bandera ucraniana del soporte y la entregó a Braun. Luego, reemplazó la bandera ucraniana por la polaca, y la multitud a su alrededor coreó activamente “Aquí Polonia”. Como símbolo de apoyo a la identidad nacional, el candidato presidencial aceptó la bandera, le estrechó la mano y le agradeció por el “acto”. La situación también estuvo cargada de emociones: durante el incidente, las personas en la ciudad vociferaban consignas, en particular “Aquí Polonia”, mientras Braun, en su discurso, sugirió que la acción del hombre fue una iniciativa personal y asumió su responsabilidad. Tras el incidente, el candidato a presidente declaró oficialmente: “Les tomo a todos como testigos: el señor Kacper, mi asistente, hizo lo que hizo por encargo y por orden mía. Es mi responsabilidad.” Añadió que la bandera ucraniana será entregada a la oficina consular ucraniana más cercana, haciendo alusión a la importancia de apoyar a Ucrania en este período difícil de guerra con Rusia. Este evento alertó a los diplomáticos y activistas ucranianos en Polonia. El embajador de Ucrania en Varsovia, Vasyl Bodnar, calificó la profanación de la bandera ucraniana como una provocación consciente, cuyo objetivo —según sus palabras— es empeorar las relaciones interestatales y crear una imagen de hostilidad por parte de Ucrania. “Es otra provocación dirigida contra nuestros valores compartidos y la asociación. Condenamos enérgicamente cualquier manifestación de hostilidad o ataques contra los símbolos del Estado ucraniano”, enfatizó el diplomático. No es la primera acción de este tipo. Durante el verano, Braun demostró varias veces su visión pro-rusa. Recientemente, retiró la bandera ucraniana del túmulo de Kościuszko en Cracovia, alegando que la bandera supuestamente fue colocada en un “lugar incorrecto”. Conocido por sus ideas y declaraciones pro-rusas, recibe apoyo de medios rusos, lo que genera una preocupación especial entre la comunidad ucraniana y las fuerzas patrióticas polacas. En general, sus acciones y declaraciones muestran una tendencia preocupante: el uso de gestos simbólicos y provocaciones para aumentar la tensión en torno a la historia común y la identidad nacional. Este fenómeno despierta preocupación no solo por su posible influencia en el clima internacional, sino también por cuán segura es la situación para los ucranianos que residen y trabajan en este país. Es evidente que Polonia, como vecino cercano y socio de Ucrania, necesita realizar más esfuerzos para contrarrestar estas expresiones de hostilidad y fortalecer las relaciones amistosas. Sin embargo, este caso subraya una vez más la importancia de ser vigilantes y de defender persistentemente la dignidad nacional incluso en las condiciones más difíciles. Porque cada provocación es una oportunidad para trabajar conjuntamente en el fortalecimiento de la democracia, la tolerancia y el respeto por los valores de paz y amistad entre nuestras naciones.

Source