En el círculo de la política estadounidense crece la preocupación por los enfoques del ex abogado y empresario Steven Vitkoff, quien actualmente desempeña el papel de enviado especial del presidente Donald Trump en Oriente Medio y, según algunos informes, distorsiona los cánones diplomáticos en sus actividades al contactar con Rusia

Chas Pravdy - 01 mayo 2025 14:29

Altos funcionarios y analistas cuestionan cada vez más su capacidad para llevar a cabo de manera efectiva y responsable una misión tan compleja, especialmente en lo que respecta a las relaciones con el Kremlin y el gobierno de Putin. Los informes aparecidos en la prensa británica y estadounidense, en particular en el New York Post y "Europa Press" (Pravda Europea), están causando un serio revuelo en los círculos políticos de EE. UU. Según fuentes, Vitkoff, quien en la práctica actúa como enviado diplomático personal de Trump en asuntos con Rusia, supuestamente lleva a cabo negociaciones por iniciativa propia e incluso se comunica directamente con los traductores del Kremlin, lo cual constituye una violación severa de los estándares y la etiqueta diplomáticos. Esto pone en duda la confianza en su rol y plantea preguntas sobre su preparación profesional y nivel de responsabilidad, ya que tradicionalmente estas negociaciones son conducidas por diplomáticos, traductores y expertos altamente cualificados, no en un tono confrontacional que pueda aumentar las tensiones y complicar las relaciones diplomáticas. Un ejemplo clave fue la reunión de Vitkoff la semana pasada con el presidente ruso Vladimir Putin. Según informaciones, el funcionario de Nueva York conversó en privado con el líder del Kremlin saludándolo como a un viejo amigo, sin contar con asesores, diplomáticos ni expertos acompañándolo. La presencia oficial fue casi inexistente o mínima, y Putin estuvo acompañado por Yuri Ushakov, su asistente, y Kirill Dmítriev, director del Fondo de Inversión Directa de Rusia. Esto señala una informalidad inusual en la comunicación, que podría dañar la eficacia del proceso de negociación, particularmente en asuntos delicados y de gran valor estratégico. John Hardy, director del programa "Fundación para la Defensa de la Democracia en Rusia", expresa su preocupación: "Cualquier persona que negocie con Putin sabe bien que en estos casos es importante contar con un equipo de expertos con experiencia, capaz de defender los intereses de EE. UU. y facilitar acuerdos ventajosos. La falta de ese respaldo puede conducir a complicaciones inesperadas e incluso al fracaso en las negociaciones". Al mismo tiempo, los analistas observan que Vitkoff probablemente intenta actuar por cuenta propia, difundiendo ciertos relatos de Putin y buscando avanzar rápidamente en sus propios objetivos, aunque su experiencia diplomática y competencia dejan mucho que desear. Otra problemática radica en que Vitkoff con frecuencia repite y difunde los narrativos oficiales del Kremlin, lo cual va en contra de los intereses de Washington y sus aliados. Esto es especialmente relevante en su papel en la resolución de la crisis en Ucrania, donde la función del enviado especial recae en Kitu Kello, diplomático estadounidense especializado en Ucrania. Cualquier iniciativa unipersonal de Vitkoff recibe duras críticas por parte de la administración Biden. Los expertos coinciden en que Vitkoff carece de la experiencia diplomática necesaria para liderar cuestiones internacionales tan complejas. Su historial incluye negociaciones prudentes con las partes israelí y palestina respecto a un alto el fuego y la liberación de rehenes, así como participación en negociaciones sobre el programa nuclear iraní. Sin embargo, parece que tal experiencia no es suficiente para gestionar procesos diplomáticos amplios y relevantes para la seguridad de EE. UU. y la política internacional, en un contexto de conflictos en la región de importancia estratégica. Muchos analistas también señalan las críticas recibidas por Vitkoff en relación con su trabajo en las negociaciones con Irán. John Bolton, ex asesor de Seguridad Nacional de Trump, sarcasticamente afirmó que cualquier contacto del enviado con Teherán probablemente sea un gasto inútil de tiempo, lo que subraya la gravedad de las dudas sobre su competencia. Igualmente, ha habido críticas en el ámbito de su trabajo en los procesos de paz en Ucrania, particularmente por sus declaraciones previas sobre la posible inclusión de territorios ucranianos en un "acuerdo de paz", lo cual fue criticado duramente por funcionarios ucranianos y aliados, quienes enfatizaron la inadmisibilidad de difundir narrativas rusas a través de la representación de EE. UU. En general, las evaluaciones de expertos y analistas políticos muestran que el nombramiento de Vitkoff en un rol diplomático tan importante fue una decisión controvertida. La completa falta de experiencia en diplomacia y su tendencia a movimientos impredecibles ponen en duda la eficacia de su trabajo para abordar los asuntos internacionales más complejos. Además, la intensificación de sus actividades en el contexto de la política global y de conflictos regionales genera temores de que pueda convertirse en un factor de desestabilización o un obstáculo para el avance de procesos diplomáticos en momentos en que la búsqueda de soluciones de compromiso es urgentemente necesaria. Al mismo tiempo, muchos analistas y expertos políticos señalan que este caso demuestra cuán inestable e impredecible es la diplomacia moderna de EE. UU., donde a veces en los cargos de liderazgo se nombran personas sin la experiencia diplomática adecuada o capacidad para trabajar en procesos multilaterales y delicados. Sin embargo, llaman a mantener la vigilancia y seguir de cerca las acciones de Vitkoff, ya que sus decisiones influirán en muchas decisiones geopolíticas importantes que afectan a la seguridad internacional y a la estabilidad mundial.

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